Transporte
de neonatos
IDENTIFICACIÓN
TEMPRANA DE LA PATOLOGÍA Y TRANSPORTE
DEL NEONATO CON PATOLOGÍA QUIRÚRGICA
Fernando Álvarez
López, MD.
Cirujano Pediatra
Gustavo Reyes Duque, MD
Anestesiólogo
El transporte neonatal idealmente debe
ser orientado por equipos de transporte interinstitucionales
para poder brindar la adecuada atención, con los equipos y
medicamentos adecuados, como lo aconseja la Academia Americana
de Pediatría (8,9,10,11). Los principios del transporte
neonatal son aplicables a todos los pacientes
independientemente de la causa que origina la remisión (12).
En países en vía de desarrollo
donde se funciona con el umbral crítico de eficacia se debe
adecuar la tecnología y aportar la educación a los médicos
de centros de baja complejidad para optimizar los recursos
existentes y lograr el mayor beneficio para el neonato.
Se deben tener en cuenta el equipo de
transporte y los medicamentos esenciales para poder realizar
la reanimación del recién nacido (Tabla 1 y Tabla 2). Además
se deben transportar los manuales de protocolos para preparación
de medicamentos, utilización de monitores y equipos, y
procesos de atención de emergencia del recién nacido
(7,8,10)
Tabla 1.
Equipo para el transporte
Respiratorio
|
Tanque de oxígeno
|
Máscara facial de oxígeno N° 0
|
Tienda de oxígeno
|
Tubo endotraqueal N°
2.0-2.5-3.0-3.5
|
Laringoscopio hoja N°
"0"
|
Pinza de Magill
|
Equipo de succión de la vía aérea
|
Ventilador pediátrico de
transporte
|
Circuito anestésico Mapleson
"C"
|
Reanimador manual para recién
nacido
|
Monitores
(con batería)
|
Monitor cardíaco
|
Oximetría de pulso con sensor para
recién nacido
|
Sensor de temperatura o termómetro
|
Monitor de presión arterial por método
osciloscópico
|
Desfibrilador con paletas pediátricas
|
Estetoscopio pediátrico
|
Equipos
para procedimientos
|
Toracostomía pediátrico
|
Equipo para infusión intraósea
|
Equipo para cateterismo venoso
|
Bomba de infusión (con batería)
|
Tabla 2.
Medicamentos esenciales durante el transporte neonatal
Reanimación
|
Epinefrina
|
Bicarbonato de sodio
|
Atropina
|
Glucosa
|
Naloxona
|
Lidocaína/bretylium
|
Cardiovascular
|
Digoxina
|
Dobutamina
|
Dopamina
|
Furosemida
|
Prostaglandina E1
|
Sistema
Nervioso Central
|
Fenobarbital
|
Fenitoína
|
Diazepan
|
Tiopental sódico
|
Dexametasona
|
Pulmonar
|
Aminofilina
|
Epinefrina racémica
|
Metilprednisolona
|
Sedación/Analgesia
|
Midazolan
|
Fentanyl
|
Misceláneos
|
Cloruro de potasio
|
Cloruro de sodio
|
Gluconato de calcio
|
Los factores que condicionan la
estabilización inicial, el monitoreo y el transporte de un
neonato con patología quirúrgica desde un centro de baja a
alta complejidad son (Figura 1):

Figura 1.
Los factores que condicionan la estabilización inicial, el
monitoreo y el transporte de un neonato con patología quirúrgica
desde un centro de baja a alta complejidad
Antes del transporte se debe estabilizar
el paciente, colocar el monitoreo indicado y establecer las
pautas de vigilancia durante el transporte.
El neonato con patología quirúrgica
siempre debe ser acompañado durante su transporte por un médico.
1. ASPECTOS
INHERENTES AL ESTADO NEONATAL
El recién nacido presenta
limitaciones funcionales por inmadurez en los sistema
cardiovascular, pulmonar, cerebral , y metabólico
principalmente. Esta condición especial hace necesaria una
evaluación y estabilización obligatoria antes del traslado;
además los neonatos con patología quirúrgica se
caracterizan por rápida progresión hacia la inestabilidad
hemodinámica y respiratoria, si no se actúa prontamente
hacia la solución de problemas específicos (1,2,3).
1.1. SISTEMA
CARDIOVASCULAR.
El miocardio neonatal tiene 30%
menos de tejido contráctil que el de los niños mayores y es
menos distensible. Su inervación simpática es incompleta y
los depósitos de norepinefrina son reducidos. Hay
centralización del volumen sanguíneo y la respuesta vascular
periférica a las catecolaminas está reducida. Por esto, la
capacidad del neonato de aumentar el volumen latido está
limitada y el débito cardíaco es dependiente de la
frecuencia cardíaca. Así como, la capacidad de compensar las
pérdidas sanguíneas y de líquidos está muy limitada.
(1,2,3)
1.1.2.
TERAPEUTICA CARDIOVASCULAR
-
Corrección estricta de las
necesidades de líquidos y electrolitos, principalmente
cuando la malformación se asocie a pérdida de
continuidad de la piel. Se deben preferir líneas venosas
periféricas para la administración de éstos.
Evitar la hipoxemia, la hipotensión,
la hipotermia y la acidosis porque pueden contribuir a
reabrir los cortocircuitos fetales y generar hipertensión
pulmonar persistente (2,3).
Si hay shock se debe administrar 10
mL/kg de Lactato Ringer o solución salina normal en un
tiempo de 15-30 minutos para expansión de volumen. Si no
hay respuesta con el primer bolo, se puede repetir. Si hay
necesidad se debe iniciar perfusión de inotrópicos
previa consulta con el centro de referencia.
Se debe cuantificar el gastro
urinario por medio de una bolsa de recolección de orina.
La diuresis debe mantenerse a 1 mL/kg/hora. La
cuantificación de la diuresis es un medio indirecto de
medición del gasto cardíaco.
1.2. OXIGENACION Y
VENTILACIÓN.
La ventilación alveolar en el recién
nacido es de 2 a 3 veces la del adulto, posiblemente
relacionada con su metabolismo elevado. Existe una alta
ventilación alveolar, lo que hace a la Capacidad Residual
Funcional menos efectiva en su efecto buffer, entre los gases
espirados y la circulación pulmonar. Cualquier disminución
en la concentración inspirada de oxígeno se reflejará mucho
más rápidamente en la circulación pulmonar y causará
cianosis en un tiempo menor, si se compara con el adulto. Además,
el volumen de cierre en el recién nacido es mucho más
elevado que el del adulto y sobrepasa la Capacidad Residual
Funcional. Así, los pulmones de los recién nacidos están
mas cerca al desarrollo de atelectasias al final de cada
respiración. La hipoxia (inadecuada oxigenación) puede
generar daño cerebral y muerte. Los métodos para evaluar la
oxigenación en el transporte (que se debe realizar cada 10-15
minutos) son: observación del color del niño (presencia de
acrocianosis principalmente), gases arteriales, gases sanguíneos
capilares, mediciones transcutáneas de PaO2,
saturación por oximetría de pulso. En países en vía de
desarrollo donde la tecnología es escasa se deben recomendar
la observación del color del niño y la oximetría de pulso.
1.2.1. TERAPEUTICA
DE LA OXIGENACION Y DE LA VENTILACION.
-
En los neonatos con inestabilidad de
la vía aérea y disfunción de la oxigenación y
ventilación severas se debe realizar intubación
orotraqueal (6).
Si se sospecha aumento de la presión
intracraneana se debe hiperventilar para obtener una presión
PaCO2 de 25-30 mm Hg (6).
La asistencia ventilatoria es
requerida cuando: Hay bradicardia (Frecuencia cardíaca
menos de 80 latidos por minuto), PaCO2 menor de
65 mmHg, cianosis central con oxigeno al 100%, apnea
persistente y PaO2 menor de 50 mmHg con 100% de
oxígeno.
La indicación inicial para la
administración de oxígeno se basa en: la presencia de
cianosis central (tronco y labios cianóticos). La
acrocianosis en ausencia de cianosis central no es una
indicación de administrar oxígeno.
Las concentraciones de oxigeno
recomendadas para la incubadora son del 30%, para cámaras
cefálicas de oxígeno se recomiendan concentraciones
mayores de 30%, siempre adecuadamente humedificadas y con
adecuada temperatura.
1.3. HOMEOSTASIS
METABOLICA.
1.3.1. GLUCOSA.
El recién nacido tiene reservas
limitadas de glucógeno y tendencia a la hipoglicemia, por lo
cual es importante verificar los niveles de glicemia. Niveles
de glicemia por debajo de 30 mg/dl en el prematuro, se
consideran hipoglicemia en los primeros 3 días de vida y por
debajo de los 40 mg/dl en los días posteriores. Los factores
de riesgo para desarrollar hipoglicemia son: prematuros, bajo
peso al nacer, asfixia al nacimiento, hipotermia, hipertermia,
niños grandes para la edad gestacional, hijos de madre diabética,
eritroblastosis, enfermedad cardíaca congénita. La
hipoglicemia requiere tratamiento inmediato porque puede dar
origen a episodios de apnea, hipotensión, bradicardia,
convulsiones y daño cerebral.
1.3.1.1.
TERAPEUTICA DE LA GLUCOSA.
-
Mantener un flujo de glucosa de 4-6
mg/kg/min, si el paciente está normoglicémico; si ha
estado hipoglicémico, se debe administrar 0.5 g/kg de
glucosa en bolo (1-2 cc/kg de dextrosa en agua destilada
al 10%) y continuar con una infusión de 4-6 mg/kg/min de
dextrosa al 10% en solución salina al 0.45% (4,5,7).
Continuar monitorización durante el
traslado por medio de glucometría, ajustando el ritmo de
aporte de glucosa para mantener una glicemia aproximada de
40-120 mg/dl y evitar la hiperglicemia que puede producir
hemorragia intraventricular, diuresis osmótica,
deshidratación y liberación másiva de insulina (4,5,7).
1.3.2.
CALCIO.
El neonato es altamente
susceptible a la hipocalcemia durante los 2-3 primeros días
de vida. Esta situación es muy importante en el prematuro
debido al trasporte inadecuado de calcio a través de la
placenta y a sus niveles de bajos de paratohormona. Los
niveles de calcio normales en el recién nacido son de 9 mg/dl
durante las primeras 40 horas de vida. Niveles inferiores a
7.5 mg/dl significan hipocalcemia. La dosis de reemplazo es de
1-2 cc/kg de gluconato de calcio al 10% por vía endovenosa
con una dosis máxima de 5 cc en los prematuros y de 10 cc en
los recién nacidos a término. Debe administrarse lentamente,
1cc por minuto y puede repetirse a los 15 minutos. Si es
asintomático se aportan 5 a 10 cc/kg/día de gluconato de
calcio al 10% (4,5).
1.4. PROTECCION TÉRMICA
El recién nacido tiene dificultad para
conservar una temperatura corporal profunda constante debido a
su superficie corporal relativamente grande, al pobre
aislamiento térmico y su pequeña masa que actúa como un
sumidero de calor. La capacidad de generar y mantener la
temperatura corporal es el máximo reto en un prematuro o recién
nacido, porque tienen un rango de termoregulación muy
limitado, lo que los hace muy vulnerables a las influencias
del medio ambiente, y más si presentan malformaciones con pérdida
de continuidad de la piel. La hipotermia produce
vasoconstricción periférica que puede llevar al desarrollo
de acidosis, y por lo tanto a vasoconstricción pulmonar.
1.4.1.
PREVENCION Y TRATAMIENTO DE LA HIPOTERMIA.
El transporte debe realizarse en una
incubadora que mantenga la temperatura corporal del neonato
(4,5).
Precalentar el módulo de transporte,
las almohadillas, y las sabanas.
Envolver al niño en sabanas de plástico
o con papel aluminio, si no hay incubadora disponible,
haciendo enfásis en cubrir adecuadamente la cabeza (7).
Reducir al mínimo el tiempo fuera de la
incubadora o el calentador, manipulando al niño únicamente a
través de los manguitos de entrada
Si el neonato está hipotérmico, el
recalentamiento se lleva a cabo ajustando la calefacción de
la ambulancia a un máximo de 1.5 grados más de la
temperatura de la piel del abdomen (7)
Aumentar la temperatura neutra de la
ambulancia a 28° C. Evite las fugas de calor de la ambulancia
o carro de transporte.
Entibiar las soluciones antisépticas y
los líquidos endovenosos
Evitar el uso de recipientes que
contengan líquidos calientes, como método para proporcionar
calor porque existe riesgo alto de ocasionar quemaduras al
neonato.
2. ASPECTOS
RELACIONADOS CON LA EDAD POSTCONCEPTUAL
Los recién nacidos pretérmino o
aquellos de bajo peso para la edad gestacional tienen una gran
predisposición a desarrollar hipoglicemia e hipocalcemia. El
sistema nervioso es posiblemente el órgano más inmaduro al
nacimiento y ello lo predispone a riesgos como las hemorragias
intraventriculares, convulsiones, depresión respiratoria,
apnea y la retinopatía. La hipoxia, la hipercapnia, la
hipotensión, la acidosis y el dolor pueden producir
cualquiera de las anteriores alteraciones. La hiperoxia ha
sido relacionada con la retinopatía de la prematurez, pero
esta es multifactorial en su origen y no se ha encontrado
exactamente la tensión de oxígeno arterial, directamente
relacionada con su aparición.
El recién nacido pretérmino nace sin
adecuado surfactante, una pobre distensibilidad pulmonar y en
riesgo potencial de desarrollar el Síndrome de Dificultad
Respiratoria.
-
Debido al riesgo elevado de
hemorragia intraventricular (40-60 % en neonatos con menos
de 34 semanas de gestación) la intubación traqueal con
el paciente despierto se reserva solamente para
situaciones muy especiales: insuficiencia respiratoria
aguda severa que amerite vía aérea permeable con
urgencia, paciente crítico con inestabilidad hemodinámica,
o paciente moribundo.
2.1. TERAPEUTICA.
-
Se deben extremar medidas para
evitar la hipotermia, la depresión respiratoria, la
hipoglicemia, la hiperglicemia, y la hipoxemia y la pérdida
de líquidos.
3. ASPECTOS
RELACIONADOS CON LA PATOLOGIA QUIRURGICA NEONATAL.
Los recién nacidos afectados por
patologías quirúrgicas están sometidos a diversos factores
que afectan la homeostasis normal y que en términos generales
comprometen los sistemas respiratorio, cardiovascular, de la
regulación térmica y que los predisponen a la infección y a
la sepsis. La Tabla 4 , presenta las entidades quirúrgicas
neonatales más frecuentes, las claves diagnósticas y las
maniobras necesarias antes de la remisión.
-
El sistema respiratorio se puede ver
comprometido por entidades lo afectan directamente como la
atresia de coanas, la hernia diafragmática congénita o
la malformación adenomatoidea quística tipo III, pero la
distensión abdominal no tratada que ocurre en los casos
de obstrucción intestinal también puede ocasionar
insuficiencia respiratoria debido a la restricción
pulmonar secundaria a la elevación de los diafragmas. La
aspiración de secreciones hacia el árbol respiratorio es
otro factor que puede ocasionar o agravar insuficiencia
respiratoria como es el caso del vómito en casos de
obstrucción intestinal y la aspiración de saliva y la
neumonitis química por jugo gástrico en la atresia esofágica
con fístula tráqueoesofágica. La sonda nasogástrica
previene la distensión gástrica aérea y la
broncoaspiración por vómito.
-
La principal causa de colapso
cardiovascular en el paciente recién nacido con patología
quirúrgica es la hipovolemia. Esta puede ser secundaria a
pérdidas cuantificables (hemorragia, vómito, o pérdidas
por sonda nasogástrica), a pérdidas no calculables
debidas a un tercer espacio como ocurre en los casos de
obstrucción intestinal, o a pérdidas por evaporación
como en los casos asociados a defectos de continuidad de
la piel con exposición de órganos al medio ambiente (gastrosquisis,
onfalocele roto, extrofia vesical o mielomeningocele). Los
pacientes con gastrosquisis requieren en las primeras 24
horas entre dos y media a tres veces las necesidades de líquidos
del neonato normal, con un promedio de 175 mL/kg/día. Si
existe shock hipovolémico, la expansión de volumen se
debe realizar con solución de lactato Ringer o solución
salina normal a razón de 10 mL/kg en un período de 15 a
30 minutos. Las pérdidas por sonda nasogástrica deben
reemplazarse volumen a volumen con solución salina
normal.
-
La hipotermia es un riesgo
permanente en todo recién nacido con patología quirúrgica.
Los pacientes pierden calor por convección, radiación,
conducción y evaporación. Las entidades que exponen los
órganos permiten que todos éstos mecanismos de pérdida
calórica se conjuguen en el mismo paciente y por lo tanto
en éstas debe ser prioritaria la prevención de la
hipotermia. En aquellas entidades asociadas con defectos
de pared y exposición de vísceras (gastrosquisis,
onfalocele, mielomeningocele, extrofia vesical y de
cloaca), la cobertura adecuada de las vísceras evita la pérdida
de calor, la evaporación de líquidos y la contaminación.
Los defectos deben ser cubiertos con material transparente
que permita su revisión permanente. En los casos de
onfalocele y gastrosquisis debe evitarse la torsión del
pedículo vascular o su acodamiento, para este fin deben
mantenerse las asas en posición vertical, colocando a
nivel de la base del defecto un vendaje bultoso de gasa.
En los casos de mielomeningocele, el defecto debe aislarse
del contacto con el meconio y se debe evitar el
resecamiento del saco irrigándolo con solución salina
cada 10 a 15 minutos.
-
En términos generales, todas las
entidades quirúrgicas neonatales constituyen factores
predisponentes de sepsis en el recién nacido. Las
entidades que causan aspiración pulmonar son fuente de
sepsis de origen respiratoria, las entidades quirúrgicas
gastrointestinales lo son por medio de la translocación
bacteriana y aquellas que permiten la exposición de órganos
al medio ambiente permiten la contaminación directa de
cavidades corporales. Se recomienda entonces el uso de
antibióticos de amplio espectro en estas entidades.
RECOMENDACIONES
GENERALES PARA EL TRASLADO DEL NEONATO CON PATOLOGIA
QUIRURGICA.
El uso cada vez más frecuente de
ecografía prenatal ha aumentado el número de malformaciones
diagnosticadas in útero. Si el diagnóstico se ha hecho in útero,
la madre debe ser remitida con la debida antelación a un
centro de alta complejidad. La mejor incubadora de transporte
es la madre (9,12).
Después de la reanimación inicial del
neonato se recomienda a los médicos encargados del caso en el
centro de baja complejidad contactar con el cirujano pediatra
y el neonatólogo para informarle sobre las condiciones y el
tipo de patología del neonato que trasladarán (6,7).
Siempre que se inicie el transporte del
neonato se debe asegurar la estabilidad hemodinámica y
respiratoria, si no lo está, no se debe autorizar el
transporte hasta no lograr este objetivo (Tabla 3)
Tabla
3. Características de un neonato estable
|
Via aeréa permeable y ventilación
adecuada
|
Piel y labios rosados
|
Frecuencia cardía entre 120-160
por min
|
Temperatura rectal de 37 grados o
axilar de 36.5 a 37 grados centígrados
|
Problemas metabólicos corregidos
|
Manejo adecuado de los problemas
especiales
|
La historia clínica debe enviarse
completa. Debe hacerse enfásis en los detalles de la historia
prenatal, del parto y de la resuscitación neonatal, puntaje
de apgar, peso al nacer, signos vitales, temperatura,
frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria, y tensión
arterial, requerimiento de soporte ventilatorio, resultados de
exámenes de laboratorio, tipos de acceso vascular, gasto
urinario, presencia de meconio, administración de vitamina K,
y profilaxis ocular. Todo lo anterior para que el médico
tratante obtenga la mayor información posible y considerando
que en muchos casos la madre o acudientes no pueden acompañar
al neonato desde el centro de baja complejidad (6).
Se debe tener la precaución de
hemoclasificar la madre y tomar muestra de sangre del cordón
del neonato y enviar el reporte al centro de referencia.
Si se considera que el paciente va a ser
sometido a un procedimiento quirúrgico y los padres no lo
acompañaran hasta el centro de referencia, se debe hacer
firmar la autorización de procedimientos, y enviarla con la
historia clínica.
Antes de trasladar al niño, permita que
los padres permanezcan algunos minutos con él, y explique las
razones de la remisión y proporcione los nombres de los
cirujanos encargados del tratamiento en el centro de
referencia.
Tabla 4.
Consideraciones en condiciones quirúrgicas neonatales específicas
MALFORMACIÓN
|
CLAVES
DIAGNOSTICAS
|
CONFIRMACIÓN
DIAGNOSTICA
|
PROBLEMAS
ASOCIADOS
|
CONDUCTAS
ACONSEJADAS PARA EL TRANSPORTE
|
Atresia
de coanas |
La atresia bilateral se
reconoce en forma inmediata después del nacimiento
Color rosado durante el llanto y
cianosis cuando el paciente está tranquilo
|
Imposibilidad para pasar
un catéter delgado (3F) a través de las narinas
hasta la faringe |
Dificultad respiratoria
severa si es bilateral |
Colocar una cánula oral
N° 0 ó 00 y asegurarla con cinta adhesiva |
Atresia
de esófago con fístula tráqueoesofágica (85%) |
Salivación excesiva
Episodios de ahogo con la
alimentación
Dificultad respiratoria
|
Imposibilidad para el
paso de una sonda orogástrica más allá de 10 cm
Rx de tórax muestra la bolsa
superior del esófago y aire en la cámara gástrica
|
Broncoaspiración por
saliva, alimento y neumonitis química
Distensión gástrica
Sepsis de origen respiratoria
|
Aspiración contínua de
la bolsa
Evitar la ventilación con presión
positiva
Antibióticos
|
Hernia
diaframática congénita (70% en el lado
izquierdo) |
Dificultad respiratoria
Abdomen escafoideo
Ruidos intestinales en el hemitórax
afectado
|
Radiografía de tórax
muestra asas intestinales en el hemitórax afectado |
Insuficiencia
respiratoria
Distensión gástrica y de asas
intestinales dentro del tórax
Hipertensión pulmonar
|
Sonda orogástrica
Intubación temprana, ventilación
controlada, baja presión inspiratoria
Evitar hipotermia, acidosis,
hipoxemia
|
Obstrucción
intestinal alta |
Distensión abdominal en
abdomen superior de aparición temprana
Vómito bilioso (si es distal a
la ampolla de Vater)
Ausencia de meconio en las
primeras 24 horas
Residuo gástrico aumentado
|
Radiografía de abdomen
en posición erecta y acostado
|
Broncoaspiración
Hipovolemia
Insuficiencia respiratoria por
distensión abdominal
Traslocación bacteriana
|
Sonda orogástrica
Reposición adecuada de líquidos
y electrolitos
Antibióticos
|
Obstrucción
intestinal baja |
Distensión generalizada
de aparición tardía
Vómito bilioso
Ausencia de meconio en las
primeras 24 horas
|
Radiografía de abdomen
en posición erecta y acostado |
Broncoaspiración
Hipovolemia
Insuficiencia respiratoria por
distensión abdominal
Traslocación bacteriana
|
Sonda orogástrica
Reposición adecuada de líquidos
y electrolitos
|
Mielomeningocele |
Placa neural expuesta en
la línea media dorsal en el área lumbosacra |
|
Ruptura del saco
Sepsis
Trauma mecánico
|
Manipulación estéril
Cubrir el defecto con una bolsa
plástica transparente estéril e irrigar periódicamente
Antibióticos si se sospecha
sepsis
Transportar al recién nacido en
posición prona
|
Extrofia
vesical |
Mucosa vesical expuesta |
|
Erosión e inflamación de
la mucosa vesical |
Manipulación estéril
Cubrir el defecto con una bolsa plástica
transparente estéril e irrigar periódicamente
|
Onfalocele |
Defecto de la pared
abdominal a nivel del cordón umbilical
Presencia de saco
|
|
Broncoaspiración
Hipovolemia
Hipotermia
Sepsis
Ruptura del saco
|
Manipulación estéril
Sonda orogástrica
Reposición adecuada de líquidos
y electrolitos
Evitar la hipotermia
Antibióticos
Evitar el sufrimiento de las
asas intestinales por acodamiento de la base del saco
|
Gastrosquisis |
Defecto de la pared
abdominal a la derecha del ombligo
Asas edematosas y sin presencia
de saco
|
|
Shock hipovolémico
Hipotermia
Sepsis
Sufrimiento de asa intestinales
|
Manipulación estéril
Cubrir el defecto con una bolsa
plástrica transparente estéril
Sonda orogástrica
Manejo del shock hipovolémico
Evitar la hipotermia
Evitar el sufrimiento de las
asas intestinales por torsión o acodamiento
Antibióticos
|
BIBLIOGRAFIA.
HALL SC:Anesthesia for the Neonate in:
Badgwell JM: Clinical Pediatric Anesthesia,
Philadelphia:Lippincott-Raven, p. 163-194, 1997.
KERN FH, BENGUR AR, BELLO EA:
Developmental Cardiac Physiology in: Rogers MC: Textbook of
Pediatric Intensive Care, Baltimore, Maryland: Williams
Wilkins, p. 397-418, 1996.
GREGORY GA: Anesthesia For
Premature Infant in: Gregory GA: Pediatric Anesthesia. Second
Edition, NewYork, NY: Churchill Livingstone, 1989, Vol 2:24.
BROWn CH, FISK G: Anesthesia For
The Neonate and premature Infants. In Smith’s Anesthesia For
Infants and Children, by Motoyama EK, 1996, 6o edición,
pp.427.
BADGWELL M: Anesthesia For The
Premature Infant. ASA Refresher Course Lectures, Lecture
136,1995.
ROSENBLATT WH: Newborn Resuscitación,
cap 2. In: The Pediatric Anesthesia Handbook, St. Louis, Mosby
Year Book, p. 38-40, 1991.
GOETZMAN BW, WENNBERG RP: Traslado del
Neonato, cap 47. En: Manual de Cuidados Intensivos Neonatales
(Year Book Wolfe Publishing), España, Mosby, p. 320-322,
1992.
McCLOSKEY KA, ORR R: Transportation of
Critically Ill Children in: Rogers MC: Textbook of Pediatric
Intensive Care, Baltimore, Maryland: Williams Wilkins, p.
77-95, 1996.
BULL M, AGRAN P: Transportation
Children With Special Health Care Needs. Pediatrics.
104:988-993, 1999
BULL M, AGRAN P: Safe
Transportation of Newborns at Hospital Discahrge .Pediatrics.
104:986-993, 1999.
BULL M, AGRAN P: Safe Transportation of
Premature and Low Birth Weight Infants. Pediatrics.
97:758-762, 1996.
BOURCHIER D: the transport Of
Surgical Neonates in: Surgery Of the Newborn, Edinburgh:
Churchill Livingstone, p 9-13, 1994.
|