RELAJANTES MUSCULARES EN URGENCIA

Dr. Ricardo Bustamante
Hospital de Urgencia Asistencia Pública
Santiago, Chile

Los pacientes en situación de urgencia, presentan algunos aspectos clínicos diferentes a los pacientes electivos, que pueden modificar la conducta en relación al uso de RM:

Estómago lleno.

Probablemente la única situación clínica que requiere de una breve latencia en el inicio de la relajación muscular es la inducción rápida por estómago lleno. En el resto de los casos, el tiempo de inicio de acción de los RM es un factor secundario, y toda anestesia en situación electiva puede ser inducida con bloqueadores no despolarizantes independientemente de su latencia, tanto para la intubación como para la mantención de la relajación.

El inicio de acción de un RM, se define como el tiempo transcurrido entre el final de su administración endovenosa y la obtención de la máxima depresión de la respuesta al estímulo único. Puede estar influenciado por la potencia, la dosis, el débito cardíaco y el flujo sanguíneo muscular: los dos últimos factores pueden variar con la edad. Con dosis subparalizantes, el tiempo hasta el bloqueo máximo es independiente de la dosis, de modo que el tiempo de inicio es función del agente y no de la dosis administrada.

Los RM pueden ser clasificados de acuerdo a su tiempo de inicio de acción en tres grupos: de latencia corta (1 a 1.5 minutos), intermedia (2 a 2.5 minutos) y larga (3.5 a 5 minutos). La Tabla I muestra esta clasificación.

Tabla I

CORTO

INTERMEDIO

LARGO

Succinilcolina

Rocuronio

Atracurio

Vecuronio

Mivacurio

Pancuronio

Pipecuronio

Doxacurio

Tabla I: Clasificación de los RM según su tiempo de inicio de acción.

La succinilcolina es el relajante muscular de más corto inicio de acción, por lo que se ha usado tradicionalmente en los pacientes con mayor riesgo de aspiración, ya sea por estómago lleno real o virtual. Con la dosis de intubación habitual de 1 mg/kg (5xDE95), su tiempo de inicio es de 1 minuto. Sin embargo existe una gran tendencia a substituir esta droga por estar asociada frecuentemente a efectos indeseables o potencialmente peligrosos. La única explicación de que una droga con tan alto nivel de efectos laterales persista vigente después de más de cuatro décadas desde su introducción es su única y gran ventaja de producir una relajación profunda, con rápido inicio y corta duración de acción.

Con la introducción de los relajantes de duración intermedia (atracurio y vecuronio) en los años ochenta, se intentó desplazar a la succinilcolina mediante algunos artefactos como el "priming" o dosis de cebado, o el aumento de la dosis de intubación.

El principio del priming logró realmente la disminución del período de inicio de acción de los relajantes musculares no despolarizantes (RMND) en un promedio de un minuto. Esta técnica consiste en la administración de una pequeña dosis de un RMND, aproximadamente la décima parte de su dosis de intubación (2xDE95), unos minutos antes de la dosis total de intubación, lo que permite acortar el tiempo necesario para producir relajación útil. Se basa en la gran reserva de capacidad funcional de la placa motora en relación al número de receptores que necesitan ser bloqueados para producir relajación: al administrar una pequeña dosis previa, se bloquea un número importante de receptores, que aunque no se traduce en relajación clínica, deja las condiciones óptimas para que una nueva dosis produzca relajación en un menor tiempo. Los trabajos de Taboada, prolijamente diseñados, lograron determinar la dosis óptima de priming del vecuronio (0.01 mg/kg.), el tiempo óptimo entre la dosis de priming y la de intubación (4 minutos), y la dosis óptima de intubación del vecuronio (0.1 mg/kg). Posteriormente otros autores determinaron similares valores para el atracurio (0.05 mg/kg , 4 minutos y 0.5 mg/kg respectivamente).

Todas las dosis de priming se asocian finalmente a una significativa incidencia de efectos secundarios: visión borrosa (20%), dificultad para respirar y/o deglutir (90%) y disminución de la presión inspiratoria máxima (24%). Se ha pensado inclusive que el priming podría aumentar el riesgo de aspiración, y con ello ser incluso contraproducente con el mismo efecto beneficioso que justificaba su utilización, sin embargo no se han observado diferencias en grupos con y sin dosis priming; el número de pacientes investigados sin embargo no es concluyente. Es así como después de varios años de aplicación en clínica, el priming en la actualidad no tiene justificación de usarse en situaciones de urgencia en los pacientes en que está contraindicada la succinilcolina, existiendo drogas como el rocuronio, y menos en situaciones electivas, en que sólo hace falta esperar el tiempo necesario para intubar en condiciones satisfactorias.

En relación al aumento de la dosis de intubación, el límite fue dado sólo por la aparición de efectos secundarios indeseables, como el caso del atracurio, en que la liberación de histamina permitió usar solo hasta 3xDE95. Sin embargo, por el nulo efecto cardiovascular del vecuronio, llegó a usarse dosis de hasta 8xDE95, para lograr disminuir al máximo el tiempo de inicio de acción, llegándose a cifras bastante similares a aquéllas de la succinilcolina.

Por la aparición de efectos secundarios propios del priming, y no lograrse finalmente cifras de inicio de acción competitivas con las de la succinilcolina con esta técnica, o por la transformación del vecuronio de un agente de duración intermedia muy versátil, en un agente de extremadamente larga duración con el aumento de la dosis, el hecho es que ninguna de las dos técnicas lograron desplazar a la succinilcolina.

En la actualidad, y con el advenimiento de los nuevos relajantes musculares, hay dos RM que tienen tiempos de acción suficientemente cortos como para usarse en la inducción de pacientes con estómago lleno: la succinilcolina y el rocuronio (Esmerón ®). Las propiedades farmacológicas y parte del debate sobre si el rocuronio desplazará finalmente o no a la succinilcolina, serán también analizados en las monografías independientes dedicadas a estos relajantes.

Los estudios hasta la fecha, han demostrado realmente un tiempo de inicio de acción más corto del rocuronio en relación a los otros RMND, pero todavía un poco mayor que la succinilcolina, a no ser que se usen 4xDA95, transformando nuevamente al rocuronio en un agente de larga duración.

Sin embargo los estudios de evaluación clínica de calidad de intubación no han demostrado diferencias entre los dos relajantes, tanto al intubar a los 60 como a los 90 segundos. En tal sentido, es importante tener presente que el tiempo de inicio de acción del relajante no es el único factor ni el más importante en la técnica de inducción rápida. Las medidas físicas (Sellick y Fowler) y farmacológicas (antiácidos, antihistamínicos, antidopaminérgicos) usadas en la prevención de la neumonitis aspirativa, así como una adecuada preoxigenación antes de la inducción, son tanto o más importantes que los 30 segundos de diferencia de tiempo de inicio de acción entre una y otra droga.

También se ha diseñado un recurso para asemejar aún más el tiempo de inicio de acción del rocuronio con la succinilcolina: el timing. Se trata de invertir la secuencia de administración del agente inductor y el relajante muscular. Es así como se administra la dosis completa de intubación de rocuronio (0.6 mg/kg.), y posteriormente la dosis del agente inductor elegido. La técnica es útil, en el sentido de que se logran mejores condiciones en el momento de la intubación, pero indudablemente que no modifica para nada el tiempo de inicio de acción del relajante.

La decisión final sobre si el rocuronio desplazará a la succinilcolina está por verse y depende exclusivamente de la decisión de la comunidad anestesiológica. Por el momento, todos los estudios que demuestran que las condiciones de intubación al minuto son similares con succinilcolina y rocuronio han sido hechos en pacientes electivos o simulando condiciones de urgencia, y ninguno en situaciones de urgencia real. Es por esto que desde el punto de vista académico debe decirse que por el momento la única droga segura en inducción rápida es la succinilcolina, quedando el rocuronio como droga alternativa en aquellos pacientes con contraindicación al uso de succinilcolina.

Desequilibrio hidroelectrolítico.

No se dispone de muchos datos recientes sobre los efectos del desequilibrio hidroelectrolítico en el bloqueo neuromuscular y su antagonismo. Sin embargo, en términos generales se acepta que la hipokalemia aumenta el bloqueo neuromuscular producido por los RMND y disminuye la capacidad de la neostigmina para antagonizar el bloqueo, y la hiperkalemia se traduce en una disminución de la sensibilidad a los RMND. Este efecto puede estar presente incluso dentro del rango clínico de variación del potasio, de modo que con variaciones de 3.5 mEq/l a 5 mEq/l, pudiera esperarse modificaciones de hasta 1/3 en los requerimientos de los RMND.

En la deshidratación severa se produce una concentración del relajante presente en el plasma, potenciándose en general el efecto de los RM, lo que puede ser evidente o no, de acuerdo al resto de las alteraciones hidroelectrolíticas o ácido-básicas del paciente

Hay muchos trabajos que han estudiado el problema administrando bolos de algún electrolito como el potasio y analizando los efectos sobre la función neuromuscular. Sin embargo no puede asumirse que el modelo experimental se asemeja al problema clínico de la hiperpotasemia crónica. Existen muchos factores que pueden alterar la acción de los RM. En modelos animales más parecidos a situaciones clínicas, como la administración de diuréticos durante 15 días sin aporte de potasio, se ha logrado demostrar que se requiere menos pancuronio para producir bloqueo, y más neostigmina para antagonizarlo. En todo caso, las modificaciones en el potasio no parecen tener consecuencias muy significativas en los RM.

Desequilibrio ácido-básico.

El desequilibrio ácido-básico interfiere en la relajación muscular por varios mecanismos: alteraciones de la unión a proteínas plasmáticas, cambios en la distribución de los electrolitos y liberación de acetilcolina. Los efectos sobre la relajación muscular no son tan categóricos, y a veces contradictorios, pero los efectos sobre el antagonismo son más evidentes.

En el preoperatorio de pacientes de urgencia sometidos a cirugía digestiva, no son raros los trastornos metabólicos que conducen a un desequilibrio ácido-básico. Sin embargo es durante la anestesia cuando más frecuentemente pueden producirse cambios agudos del balance ácido-básico. La hiperventilación moderada que se realiza con ventilación mecánica, produce habitualmente una alcalosis respiratoria, y la hipoventilación que puede presentarse al término de la cirugía, por efecto residual de los opiáceos o los RM, se asocia a una acidosis respiratoria.

En términos generales, se acepta que la acidosis respiratoria antagoniza el efecto de la succinilcolina, mientras que la alcalosis respiratoria lo potencia. Por el contrario, la d-tubocurarina, el pancuronio y el vecuronio son potenciados por la acidosis respiratoria y contradictoriamente antagonizados por la acidosis metabólica. La eliminación de Hofmann está retardada a pH bajo, por lo que la duración del atracurio podría estar prolongada por la acidosis, pero la magnitud de este efecto más bien teórico es tan pequeña, que es insignificante desde el punto de vista clínico. El alcuronio y la metocurina son apenas influenciados por los trastornos ácido-básicos. Los resultados de los diferentes estudios son sin embargo a veces contradictorios.

Hay acuerdo en cambio, en que tanto la acidosis respiratoria como la alcalosis metabólica disminuyen el efecto antagonista del bloqueo de los agentes anticolinesterásicos. Es imposible antagonizar un bloqueo neuromuscular no despolarizante en situaciones en que existe acidosis respiratoria significativa (PaCO2 mayor a 50 mmHg). Esto significa que ante una hipoventilación durante la decurarización o en la sala de recuperación, puede ser imposible revertir el bloqueo residual de los RMND. Los opiáceos, que deprimen el centro respiratorio, aumentan la probabilidad de esta complicación. Se produce de este modo un círculo vicioso, en el que la depresión respiratoria produce más acidosis y relajación, y a su vez más depresión respiratoria.

La acidosis metabólica en cambio no se ha comprobado que impida la reversión con anticolinesterásicos, y paradojalmente la alcalosis metabólica dificulta el antagonismo con neostigmina de la d-tubocurarina y el pancuronio.

Estos resultados contradictorios sugieren que las modificaciones del pH extracelular no son tan importantes como las modificaciones electrolíticas y del pH intracelular. Es en realidad la disminución de los niveles de calcio y potasio extracelular que ocurre en la alcalosis metabólica y no la concentración de hidrogeniones per se la responsable de las alteraciones del bloqueo neuromuscular y del antagonismo de los RMND. La sola determinación del pH extracelular es insuficiente para predecir el efecto de las variaciones ácido-básicas sobre el antagonismo de los RMND. Puesto que hay tantos factores involucrados, lo más adecuado aunque parezca obvio, es mantener un estado ácido-básico normal cuando se va a administrar RM.

Tabla II

Trastorno

Succinilcolina

RMND

Antagonistas

Hipokalemia

------

Potencia el bloqueo Retarda el antagonismo
Hiperkalemia

------

Antagoniza el bloqueo

------

Acidosis Metabólica

------

Antagoniza el bloqueo

------

Acidosis Respiratoria Antagoniza el bloqueo Potencia el bloqueo Retarda el antagonismo
Alcalosis Metabólica

------

------

Retarda el antagonismo
Alcalosis Respiratoria Potencia el bloqueo

------

------

Tabla II: Resumen de los efectos de las alteraciones hidroelectrolíticas y ácido-basicas sobre el efecto de los RM y el antagonismo.

Alteraciones hemodinámicas.

Los pacientes de urgencia, especialmente los politraumatizados, sépticos, hipovolémicos por deshidratación o hemorragia, presentan una labilidad hemodinámica importante, que hace imperativo el uso tanto de agentes inductores como de relajantes musculares, que comprometan lo menos posible la hemodinamia.

I - Efectos cardiovasculares de la succinilcolina:

1- Autonómicos: La succinilcolina por su semejanza con la acetilcolina, estimula tanto el ganglio autonómico como los receptores muscarínicos. Puede producir:

- Taquicardia: es la arritmia más habitual, especialmente en adultos jóvenes.

- Bradicardia sinusal: es común especialmente en las edades extremas de la vida. Puede ser prevenida con atropina. Después de una segunda dosis de succinilcolina se ha descrito frecuentemente bradicardia sinusal severa, con ritmo nodal o escapes ventriculares, e incluso asistolía.

- Salivación: aunque no es una manifestación cardiovascular, es derivada de su efecto parasimpáticomimético. Puede ser importante, especialmente después de dosis altas.

  1. Hemodinámicos: la succinilcolina puede producir hipertensión, especialmente en infusión, probablemente producto de la estimulación ganglionar. Aunque es un leve liberador de histamina, no se describe hipotensión.

II - Efectos cardiovasculares de los RMND:

Los efectos cardiovasculares de los RMND pueden deberse a uno o una combinación de los factores descritos en la Tabla III:

Tabla III

FACTOR

EFECTO

REPERCUSION CLINICA

Bloqueo de los receptores muscarínicos Efecto vagolítico Taquicardia
Bloqueo ganglionar Efecto ganglioplégico Hipotensión
Aumento de la liberación de noradrenalina Efecto simpaticomimético Hipertensión
Bloqueo de la recaptación de noradrenalina Efecto simpaticomimético Hipertensión
Liberación de histamina Efecto vasodilatador Hipotensión

Tabla III: Resumen de las posibles causas de efectos vasculares producidas por los RM.

1.  BLOQUEO DE LOS RECEPTORES MUSCARÍNICOS: EFECTO VAGOLÍTICO:

El margen de seguridad de los RM en relación a su efecto vagolítico por bloqueo de los receptores muscarínicos, se mide con la relación dosis DE50 para el bloqueo vagal / dosis DE95 para el bloqueo neuromuscular. La dosis DE50 para el bloqueo vagal corresponde a la dosis de relajante necesaria para elevar en un 50% la frecuencia cardíaca. La dosis DE95 para bloqueo neuromuscular es la dosis necesaria para producir una depresión de un 95% de la respuesta del aductor del pulgar ante un estímulo eléctrico estandarizado en el nervio cubital.

Mientras el efecto vagolítico de la d-tubocurarina cae en las dosis terapéuticas, debe administrarse 20xDE95 de vecuronio para subir la frecuencia cardíaca un 50%. El pancuronio, una droga de larga duración de uso actual, tiene efecto vagolítico en dosis clínicas, por lo que la tendencia es que sea reemplazada poco a poco por el pipecuronio, una droga del mismo grupo que no tiene efecto vagolítico, o el doxacurio, una droga del grupo de las benzoquinolinas, también carente de este problema. El rocuronio tiene un efecto vagolítico insignificante y sólo cuando es administrado en dosis mayores a las necesarias.

La falta total de efectos vagolíticos y simpaticomiméticos de algunos agentes como el vecuronio y el pipecuronio, hace que se manifiesten los efectos bradicardizantes de algunas drogas, como es el caso de los opiáceos a altas dosis o el etomidato.

La Tabla IV demuestra que mientras mayor sea la relación DE50 para el bloqueo vagal / dosis DE95 para el bloqueo neuromuscular, menor es el efecto vagolítico, siendo el vecuronio el estándar de comparación.

     

Tabla IV



DROGA

DOSIS DE95

Bloqueo NM

(mg / kg)

DOSIS DE50

Bloqueo Vagal

(mg/kg)

RELACIÓN

DOSIS DE50 V/

DOSIS DE95 BNM

d-tubocurarina

0.50

0.83

0.6

Pancuronio

0.06

0.18

3

Rocuronio

0.30

2.10

7

Atracurio

0.25

4.00

16

Vecuronio

0.05

1.00

20

Tabla IV: Relación Dosis DE50 para bloqueo vagal / Dosis DE95 para bloqueo neuromuscular: el estándar de comparación es el vecuronio, que necesita administrarse en 20xDE95 para aumentar la frecuencia cardíaca en 50%.

2.   BLOQUEO GANGLIONAR: EFECTO GANGLIOPLÉGICO:

Esta era una complicación habitual de drogas que han dejado de usarse precisamente por tener una gran repercusión hemodinámica. La d-tubocurarina, fazadinio y el alcuronio producen bloqueo ganglionar, asociado a liberación de histamina y efecto vagolítico de diferente magnitud.

3.  AUMENTO DE LA LIBERACIÓN DE NORADRENALINA O BLOQUEO DE SU      RECAPTACIÓN: EFECTO SIMPATICOMIMÉTICO:

El efecto simpaticomimético derivado del aumento de la liberación de noradrenalina o bloqueo de su recaptación es clínicamente significativo sólo con el pancuronio, y se evidencia especialmente al realizar intubaciones endotraqueales con pancuronio y anestesia endovenosa insuficiente, así como con algunas interacciones con drogas como el halotano y los antidepresivos tricíclicos.

4.  LIBERACIÓN DE HISTAMINA: EFECTO VASODILATADOR:

El margen de seguridad de los relajantes musculares en relación a la liberación de histamina se mide con la relación dosis DE50 para liberación de histamina / dosis DE95 para bloqueo neuromuscular. La dosis DE50 para liberación de histamina corresponde a la dosis de relajante que en el 50% de los pacientes sube las tasas de histamina al doble de las concentraciones habituales al ser administrado rápidamente en bolo.

La Tabla V demuestra que esta relación cae dentro de las dosis clínicas en el caso de la d-tubocurarina, en tanto que con el doxacurio cae en dosis mayores a 4xDE95, no usadas en clínica. El atracurio y el mivacurio están entre los dos extremos, produciendo mínimos grados de liberación de histamina y que son manejables con el fraccionamiento de la dosis o la disminución de su velocidad de administración.

Tabla V



DROGA

DOSIS DE95

Bloqueo NM

(mg / kg)

DOSIS DE50

Liber.Histamina

(mg/kg)

RELACIÓN

DOSIS DE50 H/

DOSIS DE95 NM

d-tubocurarina

0.50

0.3 - 0.5

0.6 - 1.0

Atracurio

0.28

0.3 - 0.5

1.0 - 2.0

Mivacurio

0.08

0.2 - 0.25

2.0 -3.0

Doxacurio

0.025

>0.08

>4.0

Tabla V: Relación Dosis DE50 para liberación de histamina / Dosis DE95 para bloqueo neuromuscular: el mivacurio es levemente menos liberador de histamina que el atracurio; el doxacurio prácticamente no libera histamina en dosis clínicas

III - Conclusión:

Los RM más seguros desde el punto de vista hemodinámico en el paciente de urgencia, son sin duda en el espectro de los relajantes de duración intermedia el vecuronio y el rocuronio, y en el espectro de los relajantes de larga duración el pipecuronio y el doxacurio. El vecuronio tiene el mayor margen de seguridad, pero el rocuronio si no se sobrepasa las 2xDE95 no produce ninguna alteración hemodinámica clínica mente significativa, con la ventaja agregada de tener un corto inicio de acción, lo que es especialmente útil en estos pacientes. Los agentes de larga duración pipecuronio y doxacurio son muy seguros desde el punto de vista hemodinámico, pero tienen un tiempo de inicio de acción de 3 a 5 minutos.

El atracurio y el mivacurio producen una leve liberación de histamina en dosis clínicas, lo que es absolutamente inocuo en un paciente normal, pero puede ser potencialmente peligroso en un paciente con labilidad hemodinámica. Sus características farmacocinéticas sin embargo los hacen especialmente atractivos en pacientes de urgencia sin compromiso hemodinámico.

El pancuronio produce taquicardia en dosis clínicas, lo que puede verse potenciado en un paciente hipovolémico o previamente taquicárdico, por lo que pudiera estar contraindicado cuando hay que evitar taquicardias. Sin embargo, su efecto simpáticomimético intrínseco, hace que en algunas situaciones su uso sea especialmente satisfactorio.

La succinilcolina es un mal necesario, y a pesar de sus efectos autonómicos que pudieran ser perjudiciales en este tipo de pacientes, sigue siendo la droga de elección en la inducción rápida. Los efectos secundarios que pueden hacer contraindicar absolutamente su uso en pacientes con trauma extenso, sección medular, quemados y trauma ocular, serán discutidos más adelante.

Desde el punto de vista práctico, uno de los problemas de la relajación muscular en urgencia, es el efecto mecánico asociado a la relajación de la pared abdominal. En un paciente con hemoperitoneo, la brusca relajación de la pared abdominal puede producir una gran hipotensión durante la inducción de la anestesia, asociándose los efectos deletéreos de este efecto mecánico, a los efectos de la presión positiva sobre la vía aérea y los efectos depresores de los propios agentes inductores. Debe tenerse en algunos casos la precaución de administrar los relajantes musculares con cierta latencia de los agentes inductores, o bien, hacer coincidir el comienzo de la cirugía con la administración del relajante.

Hipotermia.

La hipotermia puede alterar el metabolismo y la excreción de los RM.. El clearence plasmático puede estar disminuido hasta en un 60% en hipotermias de 28 a 29C, y la vida media de eliminación puede estar aumentada en un 60%.

Los requerimientos de d-tubocurarina, pancuronio vecuronio y atracurio están comprobadamente disminuidos, y es posible que ocurra lo mismo con todo el resto de los RMND.

En algunos casos la prolongación se debe al enlentecimiento de la excreción biliar y urinaria, en otros por un descenso del metabolismo a metabolitos inactivos, y específicamente en el caso del atracurio, a una disminución de la velocidad en que ocurre la degradación de Hofmann.

Falla renal y/o hepática.

I - Patología renal:

En general, los relajantes musculares que no dependen exclusivamente del riñón para su eliminación, como el vecuronio, el atracurio, el rocuronio, el mivacurio, y por supuesto la succinilcolina, tienen mejor indicación de ser usados en pacientes con insuficiencia renal que aquéllos que dependen exclusivamente de la eliminación renal como la d-tubocurarina, el pancuronio, el pipecuronio y el doxacurio.

La succinilcolina y el mivacurio son los relajantes más activamente metabolizados, siendo los más indicados desde el punto de vista de una mala función renal. El atracurio es una excelente elección entre los RM de duración intermedia pues su metabolismo vía eliminación de Hofmann e hidrólisis de enlace éster, hace que las variaciones de la farmacocinética sean mínimas en insuficiencia renal. Con patología renal severa la vida media del atracurio aumenta muy levemente, sin modificar la duración de acción. El vecuronio y el rocuronio sufren sólo una pequeña acumulación en insuficiencia renal. Los relajantes de larga duración duplican su vida media por lo que deben ser administrados con precaución y monitoría.

La Tabla VI clasifica a los RM según su dependencia de la eliminación renal, de modo que los que más dependen están menos indicados y viceversa.

Tabla VI

60-90%

40-60%

25-40%

MENOS DE 25%

Pancuronio

Pipecuronio

Doxacurio

d-tubocurarina Vecuronio

Rocuronio

Succinilcolina

Mivacurio

Atracurio

Tabla VI: Porcentaje de la dosis de RM administrada dependiente del riñón para su eliminación.

II - Patología hepática:

También los relajantes más metabolizados son los más indicados en caso de insuficiencia hepática, pues aún con muy poca función hepática, la colinesterasa plasmática es lo suficientemente activa para metabolizar la succinilcolina y el mivacurio.

Entre los bloqueadores no despolarizantes de duración intermedia y larga la mejor elección es para el atracurio, debido a las características especiales de su metabolismo. La molécula de atracurio se descompone en el organismo por al menos dos mecanismos. Las vías principales son la degradación de Hofmann y la hidrólisis éster, pero hay también cierto grado de captación hepática y metabolismo, y una pequeña fracción es filtrada por el riñón. La degradación de Hofmann es una reacción química por la cual un compuesto con amonio cuaternario, puede ser convertido en ternario bajo ciertas condiciones de temperatura y alcalinidad. La reacción ocurre a temperatura y pH corporal, aunque es significativamente más rápida en los pacientes con alcalosis. Los productos de la degradación de Hofmann son un acrilato cuaternario y laudanosino. Aunque este último compuesto puede tener efectos sobre el SNC de animales de experimentación, no se ha demostrado toxicidad en el ser humano después de varios días de administración. La hidrólisis éster del atracurio ocurre tanto en el plasma como en el hígado y no está muy influenciada por cambios en la actividad de la colinesterasa. El producto de esta reacción es un alcohol monocuaternario farmacológicamente inactivo. Estas características metabólicas hacen que la vida media del atracurio, y por ende el tiempo de inicio y duración no estén afectados en insuficiencia hepática severa.

La d-tubocurarina, el pancuronio, el pipecuronio y el doxacurio pueden ser usados en patología hepática si los riñones funcionan, porque tienen una vía alternativa de eliminación. La falla hepática tiene muy poco impacto sobre la farmacocinética del doxacurio. La insuficiencia hepática no altera la farmacocinética ni la farmacodinámica del pipecuronio, aunque el tiempo de inicio se prolonga. El vecuronio al igual que el rocuronio, son excretados principalmente por el hígado. El clearence de ambos agentes puede estar disminuido en la insuficiencia hepática, especialmente si la lesión es severa en que puede duplicarse su vida media, lo que puede producir un aumento del tiempo de inicio y de la duración de acción. La Tabla VII resume los criterios de elección de los diferentes RM en insuficiencia hepática y renal, de acuerdo a sus vías de eliminación.

Tabla VII



DROGA

VÍA DE ELIMINACIÓN PRINCIPAL

USO EN HEPATOPATÍA

USO EN NEFROPATÍA

SUCCINILCOLINA

Hidrólisis

SI: Aún si es muy severa

SI

MIVACURIO

Hidrólisis

Hígado

SI: Aún si es muy severa

SI

ATRACURIO

Eliminación de Hofmann

Hidrólisis

SI

SI

VECURONIO

Hígado

Riñón: vía alternativa

SI: Pero duplica la vida media

SI: Pero sufre una pequeña acumulación

ROCURONIO

Hígado

Riñón: vía alternativa

SI: Pero duplica la vida media

SI: Pero sufre una pequeña acumulación

d-TUBOCURARINA

Riñón

Hígado: vía alternativa

SI: Si los riñones funcionan

SI: Pero sufre acumulación

PANCURONIO

Riñón

Hígado: vía alternativa

SI: Si los riñones funcionan

SI: Pero sufre acumulación

PIPECURONIO

Riñón

SI: Si los riñones funcionan

NO

DOXACURIO

Riñón

SI: Si los riñones funcionan

NO

Tabla VII: Uso de relajantes en insuficiencia hepática y renal.

Condiciones Especiales.

I - Hiperkalemia:

En los adultos normales, la succinilcolina puede aumentar los niveles plasmáticos de potasio en 0.3 a 0.5 mEq/L, y un poco menos en los niños. Sin embargo en situaciones específicas como quemados, trauma muscular masivo, accidente vascular, trauma medular, enfermedades desmielinizantes o inmovilidad prolongada, pueden obtenerse niveles de hasta 11 mEq/L, lo que puede llevar a arritmias ventriculares serias y paro cardíaco. Un factor común parece ser una masiva destrucción de tejidos o injuria del SNC con destrucción muscular. La presencia de fasciculaciones no es condición para el desencadenamiento de una hiperkalemia.

El mecanismo por el cual ocurre esta hiperkalemia y el período durante el cual puede ocurrir no están completamente claros. En el caso de la sección medular la hiperkalemia se origina en el aumento de la salida de potasio del músculo en respuesta a un agonista colinérgico en el receptor, que en tal caso involucra prácticamente toda la membrana muscular.

En animales de experimentación se demuestra que tras sección medular, hay un progresivo aumento del potasio sérico que comienza después de 1 a 2 días, tiene un peak a los 10 días, y regresa a lo normal alrededor de los 60 días. En seres humanos con trauma muscular severo la hiperpotasemia secundaria a la administración de succinilcolina se produce sólo después de 2 semanas del traumatismo; la respuesta normal regresa también alrededor de los 60 días

También puede observarse una respuesta hiperkalémica en pacientes traumatizados, sin injuria muscular. Se ha descrito un caso de hiperpotasemia marcada en respuesta a la succinilcolina en un paciente con TEC cerrado, sin parálisis periférica. La hipersensibilidad del músculo a la succinilcolina puede ocurrir en injuria que no implique denervación. Es así entonces que la hiperkalemia inducida por succinilcolina está relacionada con el aumento de la quimiosensibilidad de la membrana, como resultado del desarrollo de receptores en áreas extra unión neuromuscular. De este modo, aunque la succinilcolina produce sólo una pequeña liberación de potasio en el músculo normal, puede producir una liberación que llegue a niveles mortales ante la presencia de una sensibilidad aumentada.

Se ha recomendado la administración previa de RMND para disminuir la salida de potasio, sin embargo no bastan las dosis de precurarización habituales, debiendo llegarse a dosis prácticamente paralizantes, por lo que es más seguro evitar la succinilcolina en estos pacientes.

En el caso de los quemados, también se ha descrito un marcado aumento de la densidad de los receptores extrasinápticos. Esto resulta en una hipersensibilidad a la succinilcolina y una resistencia a los RMND. En los quemados se ha descrito hiperkalemias de hasta 13 mEq/L, y varios paros cardíacos. Este fenómeno ocurre entre los 10 y 60 días después de la quemadura, es dosis dependiente y directamente proporcional a la extensión de la quemadura. Tampoco resulta eficaz el pretratamiento con RMND. Estos tiempos no son tan rígidos, por lo que en la práctica se recomienda no usar succinilcolina en quemados después de una semana de la quemadura. El límite de 60 días depende también del grado de cicatrización de la quemadura y la presencia de infección: si no ha habido una buena cicatrización, o hay una infección subyacente, este plazo debe ampliarse.

La DE95 de los RMND aumenta 2 a 2.5 veces en los pacientes quemados. Este aumento depende del tiempo transcurrido desde la quemadura y de su extensión. La resistencia alcanza un máximo a las 2 semanas y disminuye lentamente en el transcurso de algunos meses o incluso 1 año, hasta la cicatrización de la quemadura. La superficie quemada debe ser mayor del 10%, y a partir de allí, se produce un aumento lineal de la dosis eficaz, hasta legar a 2.5 a 5 veces la dosis del individuo sano.

La resistencia a los RM se debe más bien a razones farmacodinámicas que farmacocinéticas. El número de receptores nicotínicos de la placa motora y extrasinápticos de neoformación se correlaciona con la dosis eficaz de d-tubocurarina en ratas.

Desde el punto de vista práctico, para conseguir en los pacientes quemados una relajación muscular similar a la de los individuos sanos, tanto la dosis a administrar como la concentración plasmática a conseguir, deben aumentar un mínimo de 2 a 3 veces.

La hiperkalemia en el preoperatorio es también una contraindicación al uso de succinilcolina, no así en el insuficiente renal que tenga niveles de potasio normal.

II - Presión Intraocular (PIO):

Las heridas penetrantes oculares determinan un problema doble para el anestesista: la coexistencia de un globo ocular abierto y un paciente habitualmente no preparado, con el estómago lleno. Una herida perforante ocular es análoga a una fractura expuesta en cuanto a la velocidad con que debe llevarse a cabo su tratamiento: las posibilidades de perder la visión son directamente proporcionales al tiempo transcurrido en realizar la operación.

La succinilcolina aumenta la presión intraocular, produciéndose un aumento prolongado más allá de la duración de las fasciculaciones, de 5 a 10 mmHg, que no es abolido por la precurarización. Esto puede ser del todo inconveniente en pacientes con glaucoma mal controlado o heridas perforantes oculares. Existe controversia en estos casos de si se debe o no contraindicar la succinilcolina; en todo caso, la técnica de inducción elegida debe ser muy bien pensada especialmente si se asocia a estómago lleno, teniendo en cuenta que la laringoscopía e intubación en un paciente mal anestesiado o relajado causa aún mayores aumentos de la presión intraocular.

El efecto tan peculiar de la succinilcolina sobre la PIO se debe a la coexistencia de dos tipos anatomo-fisiológicos de fibras musculares en la musculatura extraocular. Un tipo sería necesario para los movimientos rápidos y finos, y el otro para la mantención de la visión binocular. Pequeñas dosis de succinilcolina producen un aumento de la tensión del recto medio, asociada a un aumento de la altura de la respuesta al estímulo único, en tanto que dosis mayores, que actuarían sobre el otro grupo de fibras, producen un marcado aumento de la tensión y una gran reducción de la altura de la respuesta al estímulo único.

E1 aumento de la PIO producido por la succinilcolina se debería en parte a este efecto sobre la musculatura externa, y en parte a su acción sobre la musculatura lisa intraorbitaria, pues se ha comprobado un aumento de la PIO a pesar de la desinserción de todos los músculos extraoculares. Por otra parte, el período de aumento de la PIO, no guarda relación con la duración de las fasciculaciones.

E1 aumento de la PIO producido por la succinilcolina comienza al minuto de su administración, tiene su máximo entre los 2 y los 4 minutos, y se mantiene hasta los 6 a 10 minutos. Esto ocurre ya sea si es administrada en bolo, en infusión o intramuscularmente. Los niveles de PIO alcanzados pueden producir pérdida de humor vítreo en un ojo abierto.

Se ha reportado varias técnicas para prevenir el aumento de la PIO producido por la succinilcolina, lo que es un índice de que ninguna es del todo satisfactoria:

- administración preoperatoria de acetazolamida

- profundización de la anestesia previo a la administración de succinilcolina

- uso de lidocaína endovenosa

- uso de beta bloqueadores durante la preinducción

- uso de diazepam durante la preinducción

- precurarización con un bloqueador no despolarizante: los resultados de las diferentes   publicaciones son contradictorios en cuanto a la efectividad de esta técnica, aunque sin   duda es la de mejor rendimiento

- para complicar aún más la cosa, se ha postulado el pretratamiento con pequeñas dosis de   succinilcolina, pero los resultados también son confusos, y parece ser que el self-taming   per se aumenta la PIO

Aunque desde el punto de vista teórico la succinilcolina puede producir salida de contenido ocular en un ojo abierto, y hay acuerdo en que la precurarización no bloquea totalmente este efecto, en la práctica se ha demostrado que el riesgo clínico es mínimo, particularmente si se ha usado previamente una dosis "desfasciculante" de un RMND. Una larga serie de pacientes con ojo abierto ha recibido succinilcolina con este esquema, sin demostrarse diferencias en los resultados de la cirugía. Los beneficios de las excelentes condiciones de intubación producidas por la succinilcolina, contrapesan su daño potencial, especialmente si se asocia lidocaína para aminorar los efectos de la intubación traqueal sobre la PIO. El beneficio es real en los pacientes con estómago lleno.

No todos están de acuerdo con este concepto, y algunos piensan que, puesto que ninguna de las técnicas para prevenir el aumento de PIO inducido por la succinilcolina es completamente eficaz, lo mas adecuado es evitar su uso en la inducción de la anestesia en pacientes con heridas perforantes oculares. No está contraindicada sin embargo en pacientes glaucomatosos que llevan un tratamiento adecuado, pues estos pacientes no son más susceptibles que el resto de la población a las variaciones de la PIO producidas por la succinilcolina.

Casi todos los RMND en términos generales disminuyen la presión intraocular, por la disminución de la presión ejercida por los músculos extraoculares sobre el globo ocular. Algunos sin embargo no la modifican en forma significativa. Aquéllos que más comprometen la presión arterial, como la d-tubocurarina, disminuyen más la presión intraocular que los que no la comprometen, como el vecuronio, el atracurio y el rocuronio, al añadirse un efecto circulatorio que puede disminuir la formación de humor acuoso.

El rocuronio no tiene efectos significativos sobre la PIO, y debido a su corto tiempo de inicio, es una alternativa en el manejo de las heridas penetrantes abdominales con estómago lleno. Para aquéllos que piensan que la succinilcolina está contraindicada será la droga de elección, y para aquellos que opinan que la succinilcolina tiene plena vigencia en estos pacientes, será una droga alternativa ante otra contraindicación. En todo caso el rocuronio es especialmente seguro para la inducción en secuencia rápida en la anestesia de las heridas perforantes oculares si se administra antes del agente de inducción (timing o secuencia invertida).

III - Presión Intracraneana (PIC):

Los relajantes musculares son seleccionados en los pacientes neuroquirúrgicos y neurovasculares, más que nada pensando en sus potenciales efectos cardiovasculares: debe evitarse los agentes que causan aumento o disminución de la presión arterial. En términos generales, los relajantes más liberadores de histamina y que producen más hipotensión, tienen un mayor potencial de elevar la PIC. El vecuronio como relajante de duración intermedia, y el pipecuronio y doxacurio como relajantes de larga duración son los más indicados en pacientes neuroquirúrgicos. Durante el intraoperatorio no interfieren con la PIC.

El control de la PIC con sedación y relajación muscular es importante en la aspiración traqueobronqueal de los pacientes neuroquirúrgicos. Se ha usado un bolo de vecuronio de 0.12 mg/kg, o atracurio en dosis de 0.4 mg/kg asociado a midazolam y sufentanil, lográndose prevenir la hipertensión endocraneana producida con otras técnicas en que no se usó relajantes musculares.

La succinilcolina produce un pequeño y transitorio aumento de la PIC, especialmente en pacientes con hipertensión intracraneana preexistente. Frecuentemente sin embargo, el más rápido control de la vía aérea y la reducción del período de apnea al usar succinilcolina, contrapesa esta consideración, especialmente si se requiere hiperventilación lo antes posible o una hipoventilación o una vía aérea mal controlada precede al intento de intubación. A menudo los intentos de tos o aumento de presión arterial o venosa central durante la intubación producen un aumento de la PIC mucho mayor que la succinilcolina misma. La succinilcolina también ha demostrado eficacia en prevenir los aumentos de presión intracraneana producidos por la aspiración traqueal.

La causa de este aumento de PIC producido por la succinilcolina, probablemente se debe a un aumento de la actividad aferente muscular. Esto motivaría una activación del electroencefalograma, lo que produciría un aumento del flujo sanguíneo cerebral y por lo tanto de la PIC. La activación electroencefalográfica requeriría de un cerebro capaz de integrar los impulsos provenientes de la actividad muscular. En un cerebro seriamente lesionado, la succinilcolina no ocasiona los cambios que se producen en el cerebro sano o con poco daño o superficialmente anestesiado. La ausencia de respuesta electroencefalográfica, a pesar de producirse un aumento de la actividad muscular, haría que no se incremente el flujo sanguíneo cerebral y por ende la PIC.

La existencia de relajación previa con RMND, modifica los cambios sobre la PIC de la succinilcolina, dependiendo de la magnitud de la relajación. Dosis de 0.14 mg/kg de vecuronio, previenen el aumento de la PIC que se produce tras la administración de succinilcolina. Dosis subparalizantes producen resultados contradictorios.

El rocuronio ofrece similar estabilidad hemodinámica que el vecuronio, con el valor agregado de un corto tiempo de inicio de acción, aunque con dosis de intubación puede producir un pequeño aumento de la frecuencia cardíaca, de ninguna significación clínica. Esta es una alternativa nueva, cuya eficacia no ha sido aún probada en los pacientes neuroquirúrgicos de urgencia, debido a su reciente incorporación.

IV - Presión Intragástrica (PIG):

En el sujeto sano, la presión media en el fondo gástrico varía entre 7 y 50 mmHg. Esta presión aumenta durante la inspiración forzada, con la tos y el pujo, llegándose a cifras de hasta 75 mmHg.

En la porción distal del esófago, existe una zona más bien fisiológica que anatómica de alta presión de 2 a 5 centímetros, denominada esfínter esofágico inferior (EEI). Este esfínter mantiene una presión de reposo de 25 mmHg, y una presión de cierre de 48 mmHg. Puesto que la presión gástrica de reposo es de 7 mmHg, la gradiente de presión entre el EEI y el estómago, denominada presión de barrera, es de 18 mmHg. (oscilando entre 17.5 y 26 mmHg). En las personas normales, existe un reflejo adaptativo de aumento de la presión basal del EEI ante aumentos de la PIG, cuyo resultado final es el aumento de la presión de barrera.

La succinilcolina produce un aumento transitorio de hasta 40 cmH2O de la PIG, que es prevenido casi completamente por la precurarización. Con esto se argumentó el uso de precurarización obligatoria en pacientes con estómago lleno, sin embargo, la succinilcolina produce un gran aumento de la presión del esfínter esofágico inferior, muy superior al aumento de PIG, lo que hace que por sí sola aumente la presión de barrera. La indicación de precurarización no es entonces para prevenir la regurgitación, sino para prevenir parcialmente los dolores musculares y muy parcialmente la hiperkalemia.

Entre los RMND, se ha descrito que el pancuronio, el vecuronio y el rocuronio producen un aumento de la presión del EEI, en tanto que el atracurio no la modifica.

Lecturas Recomendadas:

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