MANEJO
EN TRAUMA PEDIÁTRICO INFUSIÓN INTRAÓSEA
PAUTAS
DE MANEJO EN TRAUMA PEDIÁTRICO
INFUSIÓN
INTRAÓSEA
(De acuerdo con las
pautas de ATLS Y PALS)
Fernando Álvarez López, MD.
DEPARTAMENTO DE CIRUGÍA
PEDIÁTRICA
HOSPITAL INFANTIL
UNIVERSITARIO "RAFAEL HENAO TORO"
INDICACIÓN
Niño de 6 años o
menos de edad en quien es imposible establecer
acceso venoso debido a colapso circulatorio
de origen médico o traumático, luego de dos intentos.
Constituye una medida temporal
mientras se obtiene otro acceso venoso. No debe
intentarse en sitios distales a una fractura.
El sitio de primera elección es la tibia, pero en casos de
fractura de ésta puede utilizarse el tercio inferior del fémur
a tres centímetros por encima del cóndilo externo, anterior
a la línea media.
TÉCNICA
* Siempre que sea posible, debe
utilizarse técnica estéril con previo lavado de manos. Sin
embargo, durante la resuscitación, el acceso vascular debe
obtenerse lo más pronto posible y por lo tanto los pasos
marcados con asterisco (*) pueden
ser omitidos. Tomar siempre las precauciones universales de
bioseguridad.
1. Localizar el sitio de canulación.
Se identifica por palpación la
tuberosidad anterior de la tibia; el sitio de canulación se
encuentra entre 1 a 3 cm por
debajo de la tuberosidad en la superficie medial de la tibia,
aproximadamente 1 dedo por debajo y medial a la
tuberosidad. En
este sitio la tibia se encuentra justo por debajo de la
superficie de la piel.
* 2.
Lavado de manos
3. Uso de guantes
4. Limpie la piel en el sitio de inserción
con solución antiséptica.
5. Revise la aguja y asegúrese
que los biseles de la aguja externa y del estilete interno se
encuentren alineados apropiadamente.
6. Sostenga el muslo y la
rodilla por encima y lateral al sitio de inserción con la
palma de la mano de la mano no dominante. Con los dedos
estabilice la rodilla. Evite que su mano se encuentre por detrás
del sitio de inserción. La pierna debe estar apoyada sobre
una superficie firme.
7. Palpe los marcadores e
identifique nuevamente la porción plana de la tibia justo por
debajo y medial a la tuberosidad tibial.
8. Inserte la aguja a
través de la piel sobre la superficie plana anteromedial de
la tibia que ya ha sido previamente identificada.
9. Avance la aguja a través
de la corteza ósea de la tibia proximal, dirigiendo
la aguja perpendicular (90 °) al eje mayor del hueso o
ligeramente caudal (60° hacia los dedos), para
evitar la placa epifisiaria, usando un movimiento firme de
rotación.
10. Pare de avanzar cuando sienta una pérdida
súbita en la resistencia. Esta disminución en
la resistencia indica la entrada en la cavidad de la médula
ósea. En este momento es posible aspirar médula ósea. Toda
aspiración de médula ósea debe ser seguida de irrigación
para prevenir la obstrucción de la aguja.
11. Desartonille el
seguro y remueva el estilete de la aguja.
12.
Estabilice la aguja intraósea e inyecte lentamente 10
mL de solución salina normal. Busque
signos de aumento de resistencia a la inyección, aumento de
la circunferencia de los tejidos blandos de la pierna, o
disminución en la firmeza del tejido.
13. Si la prueba de
inyección es satisfactoria, desconecte la jeringa, evacúe el
aire de la venoclisis y conéctela a la aguja. Asegure la
aguja y la venoclisis con cinta adhesiva y aplique el apósito
bultoso.
14. Si la prueba de
inyección no es satisfactoria (ej: infiltración de los
tejidos blandos), remueva la aguja e intente el procedimiento
en la otra pierna.
La inserción es satisfactoria y la
aguja se encuentra sin duda en la cavidad medular si se
encuentran las siguientes condiciones:
* Disminución súbita en la
resistencia en el momento en que
la aguja pasa a través de la corteza hacia la médula
* La aguja
permanece en posición vertical sin soporte
* Se puede aspirar
médula ósea, aunque
este signo no se encuentra siempre
* Los líquidos
fluyen con facilidad sin evidencia de
infiltración subcutánea
Si la aguja se obstruye con hueso o médula
ósea, puede ser reemplazada con una segunda aguja que se pasa
a través del mismo sitio de canulación, si no existe
evidencia de infiltración. Si existe infiltración o si falla
la prueba de inyección, se realiza un segundo intento en la
tibia contralateral.
ADITAMENTOS
Existen dos tipos de aguja: las agujas
de infusión intraósea y las agujas de aspiración de médula
ósea de Jamshidi. NO se recomienda el uso de agujas de punción
lumbar excepto si no se dispone de las demás opciones. Las
agujas hipodérmicas estándar no deben ser usadas.
QUE SE PUEDE
ADMINISTRAR POR UN ACCESO INTRAOSEO ?
Cualquier medicamento o líquido
necesarios durante el proceso de resuscitación pueden
adminstrarse por la vía intraósea. Catecolaminas en bolo o
infusión contínua, calcio, antibióticos, digital, heparina,
lidocaína, atropina, bicarbonato de sodio, fenitoína,
agentes bloqueantes neuromusculares, cristaloides, coloides,
sangre. Cuando se requiera infusión de líquidos en grandes
volúmenes debe aplicarse presión para vencer la resistencia
de la venas emisarias. La
administración de medicamentos debe ser seguido de un bolo a
presión de por lo menos 5 mL de solución salina
para asegurar su llegada a la circulación sistémica.
COMPLICACIONES
Los estudios realizados en animales han
demostrado que los efectos a largo plazo sobre la médula ósea
y sobre el crecimiento óseo son mínimos. Se han reportado
complicaciones en menos de 1% de los pacientes: fractura
tibial, síndrome de compartimiento, necrosis de la piel y
osteomielitis.
OTRAS LECTURAS
RECOMENDADAS
Iserson KV, Criss E.Intraosseous
Infusions: A usable Technique.American Journal of Emergency
Medicine.Vol 4(6):540-542.November,1986.
Sawyer RW, Bodai BI, Blaisdell FW,
McCourt MM. The current status of intraosseous infusion.
Journal of the American College of Surgeons.Vol 179:353-360.September,1994.
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