Publicaciones y búsqueda bibliográfica

Internet en atención primaria

M.S. Ichaso Hernández-Rubioa y R. Bravo Toledob
aDirección Gerencia. Atención Primaria. Área 10 de Atención Primaria.
bSistema de Información. Área 10 de Atención Primaria. Madrid.


Internet es uno de los mayores avances tecnológicos recientes. En este artículo se repasan los conceptos básicos de esta red de redes y se relatan los principales usos médicos. Comunicación entre colegas y con pacientes, acceso a la información científica, sistemas de información sanitaria y educación médica son los principales campos donde Internet desempeña un papel importante. Aunque todavía en sus inicios, el potencial de desarrollo de Internet en el primer nivel de atención médica como fuente de información y herramienta de comunicación es impresionante. Se discuten las consecuencias de las principales aplicaciones de Internet, actuales y futuras, en atención primaria.


La práctica de la medicina es una actividad que requiere gran cantidad de información y, a la vez, una comunicación fluida y rápida; estas necesidades se acrecientan de forma específica en atención primaria por su carácter de atención continuada, integral e integrada. Habitualmente, esta actividad se desarrolla en equipos de trabajo multidisciplinarios, reducidos y separados geográficamente unos de otros que necesitan relacionarse entre sí y, sobre todo, con otros ámbitos de actividad asistencial.

Si se compararan estas necesidades con las propiedades de Internet expuestas a continuación, se deduce rápidamente que es una herramienta ideal para la formación de los médicos, para el desarrollo de un sistema de información sanitaria y para el conjunto de una asistencia sanitaria integral.

Aunque parezca obvio, antes de comenzar a pensar en el uso de cualquier sistema de comunicación entre ordenadores se necesitan dos cosas: una red e información que compartir. Si no tenemos un sistema que permita transmitir la información, una red, ésta estará estancada y no se podrá obtener el rendimiento que nos puede proporcionar, pero si no tenemos información o desconocemos cuál es la que necesitamos compartir, la utilidad de la red será nula.

Internet es la mayor red de ordenadores actualmente existente. Consiste en una interconexión de redes de ordenadores que presenta dos características principales: las redes se comunican entre sí con una serie de protocolos comunes y la transmisión de los datos se realiza mediante sistemas de intercambio de paquetes de información. De estas características provienen sus principales cualidades: fiabilidad, versatilidad, rapidez y economía.

El origen de Internet se sitúa en una red militar experimental cuyo objetivo era crear un sistema de comunicación que permitiera la conexión de diferentes ordenadores y que asegurara su funcionamiento en caso de guerra, de manera que la destrucción de cualquiera de sus partes no afectara a la seguridad de las comunicaciones del resto de la red. Tras esta etapa inicial se paso a otra en la que la conexión a la red estaba autorizada únicamente para fines académicos o de investigación, y en la que se desarrollaron herramientas que evitaban a los usuarios conocer el funcionamiento interno de la red.

La fase actual, que se inicia en el año 1992, se caracteriza por un crecimiento exponencial originado por la universalidad del acceso a esta red desde cualquier punto y a un bajo precio. Tanto por el número de redes conectadas, que pasan de miles, como por el número de equipos conectados, que sobrepasan las cifras de millones, se puede considerar el fenómeno Internet como una revolución, en la forma que las personas se comunican y acceden a la información, equiparable a la implantación del ordenador personal, o incluso a la de la imprenta.

A pesar de su alta tasa de desarrollo actual, Internet sigue manteniendo las cualidades que han sido la causa de su éxito: la versatilidad o posibilidad de conectar ordenadores con distintos equipos y sistemas operativos, y la fiabilidad en la transmisión de la información independientemente del estado y características de la red física que la sustenta. Internet es una red de redes interconexionadas y de carácter público, que no tiene propietario y en la que cada entidad financia su propia red y paga el coste proporcional del tráfico generado por ella.

Gracias a estas propiedades, Internet se ha constituido en una fuente de recursos que proporciona un acceso a la información global, barato y rápido. Los primeros usuarios de Internet pronto descubrieron que la información que había en la red era muy útil, y que con las aportaciones de todos se enriquecería aún más el acervo de información existente.

Internet ha revolucionado la forma cómo se transmite, distribuye y se accede a la información, pero a la vez ha originado nuevas ideas y aplicaciones en el mundo informático que la sustenta. Conceptos como hipertexto y desarrollos específicos de redes como Intranet y Extranet toman cuerpo a partir del explosivo éxito de Internet.

Muchos de los términos que se utilizan en Internet son propios de esta nueva tecnología, por lo que se remite al glosario adjunto para una mejor comprensión (anexo). Asimismo, para introducciones y ayudas detalladas del uso de Internet se puede consultar los artículos y monografías reseñados en la bibliografía recomendada.


Servicios o aplicaciones básicos de Internet
Una vez introducidos en el mundo de Internet se debe distinguir entre recursos y servicios. De forma general, se llama recursos a los documentos, archivos, programas y cualquier otro tipo de fuente información, almacenada en formato digital, que proporcionan los servidores de Internet. Como servicio, en Internet se denomina al conjunto de programas y utilidades (World Wide Web, FTP, correo electrónico, etc.) usado para acceder a estos recursos. Dependiendo del tipo de recurso que se quiera obtener se puede utilizar un servicio o aplicación distintos. Recursos de todo tipo que se encuentran en los distintos ordenadores de la red, pueden ser consultados utilizando unos servicios, aplicaciones o programas específicos, por cualquier usuario conectado a ella.

Los servicios básicos que permiten acceder y visualizar la información en Internet se describen de forma breve a continuación:

Correo electrónico.
Servicio de Internet que permite intercambiar mensajes con otros usuarios conectados a la misma red. El mensaje se divide básicamente en dos partes: una donde se escribe la dirección del destinatario y del remitente, y otra, el cuerpo donde se escribe el mensaje propiamente dicho. En general, el tipo de información es textual; no obstante, se puede adjuntar archivos de cualquier tipo a un mensaje de correo electrónico de cualquier tipo.

Listas de distribución.
Utilidad de Internet basada en el correo electrónico que permite, mediante programas como Listserv u otros de características similares, recibir y enviar automáticamente mensajes de correo electrónico a un listado de direcciones prefijado. Esta lista esta constituida por un grupo de personas interesadas en un mismo tema. Todos los suscritos a estas listas intercambian mensajes que se distribuyen a todos los miembros, estableciéndose foros de debate y discusión, sobre una temática determinada

FTP transferencia de ficheros.
Aplicación que posibilita la transferencia e intercambio de archivos o ficheros entre ordenadores a través de una red.

Terminal remoto "Telnet".
Es una aplicación que permite conectar un ordenador con otro remoto, convirtiendo uno en la terminal del otro. Una conexión mediante Telnet permite acceder a cualquiera de los servicios que la máquina remota ofrezca a sus terminales locales.

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World Wide Web, WWW o Web.
Es un servicio de información basado en hipertexto, que tiene capacidad multimedia y permite utilizar otras aplicaciones desde una misma plataforma. Un documento hipertexto es aquel que ofrece la posibilidad de enlazar con otros documentos que pueden estar situados en el mismo, o en otro servidor en cualquier lugar del mundo. Unas secciones especiales del documento, habitualmente en forma de texto subrayado o de distinto color, son entradas o enlaces que permiten, al seleccionarlas (hacer clic con el ratón), ir a otro documento. De este modo se pueden explorar los recursos de la red a través de documentos enlazados, ya que se va "saltando" o navegando de un documento a otro, sin percibirlo y sin necesidad de saber la dirección del ordenador donde se encuentra la información (fig. 1).

Aplicaciones de Internet en medicina
Los principales usos de Internet en medicina, con especial referencia a la atención primaria, se relacionan a continuación (tabla 1).
Comunicación entre profesionales

La consulta con otros colegas es una de las fuentes de información más utilizada por los médicos clínicos. Con servicios Internet, como el correo electrónico y las listas de distribución y grupos de noticias, se amplía hasta casi el infinito la posibilidad de comunicación. Las direcciones de correo electrónico se pueden obtener a través de guías o listines. Las listas de distribución de contenido médico y orientadas a profesionales proliferan y abarcan casi todos los campos de la medicina. En nuestro país, destacan las listas médicas albergadas en el servidor de listas de la red académica Rediris (http://www.rediris.es/list/list-nac.es.html), entre las que se encuentra una dedicada a la Medicina de Familia y Atención Primaria de Salud (http://www.rediris.es/list/info/medfam-aps.html) El texto de los grupos de discusión se puede consultar mediante buscadores específicos u otros, que forman parte de buscadores generales.

La comunicación entre pacientes y médicos a través de las redes de comunicación, y en especial a través del correo electrónico, es un tema debatido en la actualidad. Aunque todavía depende del establecimiento de una masa crítica de pacientes usuarios de Internet, ofrece una gran oportunidad para mejorar la comunicación en la relación médico-paciente y la implicación de los pacientes en el autocuidado y mejora de su propia salud.

Información para pacientes
Internet se ha convertido en una fuente de información esencial en muchos campos. Como no podía ser menos, sus usuarios recurren a esta nueva tecnología, cuando necesitan información sobre enfermedades que padecen ellos o sus familiares. Cada vez es más frecuente, en países con un gran número de consumidores con acceso a Internet, que a las consultas lleguen pacientes con una amplia documentación sobre su enfermedad. Aunque se han realizado advertencias sobre la irregular calidad de la información médica en Internet, el fenómeno es creciente y en poco tiempo también afectará nuestro país. Existe también entre los médicos una excesiva desconfianza acerca de lo que los pacientes pueden entender de esta información. En muchas ocasiones esta desconfianza proviene de un sentimiento de inferioridad ante el hecho tecnológico, más que de una percepción real de una mala interpretación de la información por parte de los pacientes.

Aparte de la conducta meramente informativa, otro aspecto a considerar en el uso de Internet es la constitución de grupos de enfermos que se comunican a través del correo electrónico, especialmente útiles en aquellos procesos donde los grupos de autoayuda son una buena herramienta terapéutica.

Internet es una herramienta de gran utilidad para difundir información médica y para la educación sanitaria de la población, hasta ahora apenas vislumbrada. La creación de una pagina web no requiere grandes conocimientos de informática o destrezas especiales. Un centro de salud puede poner al alcance de su población todo tipo de información, desde los horarios de atención y normas de funcionamiento, hasta hojas de información sanitaria sobre enfermedades prevalentes o normas de autocuidados. Siguiendo ejemplos como la información para pacientes del National Institute of Health, se pueden desarrollar verdaderas herramientas interactivas de educación sanitaria en nuestro entorno. Aunque en menor cantidad, en nuestro idioma también existen este tipo de recursos, que se pueden localizar consultando la guía CUÍDESE (http://www.cuidese.net/).

Acceso a información científica
Internet, rápidamente, se ha constituido en una herramienta esencial para el acceso a la información médica. La red se puede utilizar para acceder a fuentes de información como revistas primarias y secundarias, bases de datos, protocolos y guías de práctica clínica, etc., disponibles en formato electrónico.

Muchas de las revistas médicas más importantes están presentes en Internet. En la mayor parte de los casos, ofrecen el sumario completo de cada número y los resúmenes de los artículos originales. En otras ocasiones, ofrecen, además, el texto completo de todos o algunos de los artículos, de forma gratuita o como servicio adicional a los suscriptores de la versión impresa (fig. 2).

Aunque muchas de las bases de datos clásicas, han estado accesibles en línea desde hace tiempo, la dificultad y, sobre todo, el coste han impedido la generalización de su uso. Internet ha disminuido el coste de las comunicaciones y, con sus interfaces gráficas, facilita la consulta por parte de usuarios no experimentados.

Desde mediados del año 1997, el productor de la base de datos MEDLINE, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, ha proporcionado acceso gratuito y directo a la misma a través de dos programas, PubMed y Grateful Med (fig. 3). Además, MEDLINE se puede consultar a través de Internet de forma gratuita, gracias a ciertos servidores comerciales que añaden nuevas potencialidades a la mera búsqueda bibliográfica. Esto ha posibilitado poder consultar esta base de datos, desde cualquier lugar, a cualquier hora y de una manera relativamente sencilla, con evidentes ventajas para el médico atareado o que no tiene acceso a una gran biblioteca. Otras bases de datos, como EMBASE, Health Star, Índice Médico Español o la Cochrane Library, también se encuentran disponibles en Internet, donde algunos distribuidores de información en línea proporcionan la consulta de éstas mediante el pago de una cuota.

Las guías de práctica cínica suelen estar patrocinadas por instituciones gubernamentales y sociedades científicas sin animo de lucro. A pesar de su importancia como fuente de información, este hecho dificulta su difusión entre los profesionales que deben aplicarlas, así como su actualización periódica. La publicación en formato electrónico abarata los costes y favorece esta difusión. Gracias a Internet se puede acceder a muchas de estas guías, como por ejemplo las elaboradas por las agencias de evaluación de las tecnologías sanitarias (http://www.aatm.es/ ) o las recopiladas por instituciones americanas (fig. 4) o el Colegio de Médicos Canadiense (http://www.cma.ca/cpgs/ ).

El desarrollo de Internet ha propiciado la aparición de nuevas fuentes de información científica en formato electrónico, y de consulta exclusiva en la red, cuyo potencial es asombroso, ya que unen a la capacidad de difusión de la red las capacidades de la tecnología multimedia. Sin embargo, y dentro del campo de la medicina, están todavía en sus inicios, por lo que es difícil predecir su grado de implantación.

La cantidad ingente de información y su disponibilidad es una de las grandes ventajas de esta nueva fuente, que sin embargo también presenta inconvenientes. Intentar localizar documentos o datos de cualquier tipo en la red es una ardua tarea. Al contrario que las fuentes tradicionales, en las que la información se encuentra estructurada, en Internet está dispersa y distribuida anárquicamente. No toda la información que existe es de calidad y el nivel de recambio en la red es muy alto, ya que los documentos aparecen, cambian y desaparecen a un ritmo vertiginoso.

Para resolver estos problemas, en la propia red se han diseñado unas herramientas cuyo objetivo es organizar, localizar y facilitar el acceso a la información y recursos de Internet. De forma general, proporcionan la dirección de Internet de los documentos o páginas web, que responden al interrogante planteado y a los que se puede acceder directamente mediante el enlace que proporcionan.

Herramientas de búsqueda.
Según la forma cómo se clasifican o buscan los recursos, se dividen en: índices, motores de búsqueda y otros. Esta clasificación es algo artificial, ya que muchos de estos recursos presentan características comunes a los tres grupos. Además, la dinámica actual de Internet hace que estos índices y buscadores se transformen y actualicen con gran rapidez.

Índices. Los índices son directorios jerarquizados. En ellos, y de forma manual, los recursos se agrupan por secciones o categorías. Estas categorías son elegidas de clasificaciones previamente existentes o creadas de nuevo por informáticos y documentalistas.

Al igual que en un libro, se establece un sumario o tabla de contenidos, que a su vez contiene otras subcategorías, y así sucesivamente hasta llegar a las direcciones de las páginas Internet que corresponden a la materia requerida

Motores de búsqueda. Adaptación del termino inglés search engines, también se les llama buscadores. Son herramientas que permiten buscar información a partir de palabras o términos que identifican el contenido de la pregunta a realizar. Siguiendo el símil del libro, un motor sería como el índice alfabético de términos, donde éstos van seguidos del número de página en la que se encuentra. Un buscador consta de un programa o robot que recorre la red recopilando la información en forma de texto que se encuentra en las páginas web y con esta información construye una base de datos en línea. Se puede realizar una consulta en esta base de datos escribiendo los términos en la página web de estos motores. Los resultados aparecen en forma de lista con el título y una breve descripción de cada página, y ordenados de acuerdo a su relevancia con la interrogante solicitada.

El título de cada página tiene un enlace que permite dirigirse directamente a ella.

Otras herramientas de búsqueda. Entre éstas podemos destacar los metadirectorios, o recopilaciones de índices, y metabuscadores, que lo son de motores de búsqueda. La principal ventaja de los metabuscadores es que permiten realizar búsquedas en varios motores desde una única dirección y página, en ocasiones con un cuadro de diálogo común. Más recientemente se han creado herramientas complejas, como los "agentes" y los servicios basados en tecnología push. De forma general, se pueden definir como programas que rastrean por toda la red, una búsqueda previamente definida, devolviendo de forma personalizada la información requerida. Ésta puede ser visualizada en cualquier momento, sin necesidad de estar conectado a la red.

Formación continuada
Para médicos, como los de atención primaria, aislados de la interactividad con otros colegas propia de otros centros, Internet es una herramienta ideal para programas de formación médica continuada. Además del acceso a una gran variedad de fuentes de información, ya comentados, con una escasa apuesta tecnológica y desde cualquier lugar, se puede acceder a programas reglados de formación médica. Comparado con los métodos tradicionales de educación continuada, la formación médica a través de Internet aporta un formato multimedia y una participación del alumno más activa y rápida. Mediante el correo electrónico o conversaciones en tiempo real (chat) la implicación del alumno adquiere una dimensión cercana a los cursos presenciales. Al ser posible responder a exámenes de evaluación de conocimientos y consultas con tutores en un tiempo mínimo, la retroalimentación informativa es inmediata y específica.

Los primeros programas de formación médica continuada por Internet estaban dirigidos a enseñar los fundamentos de la informática y uso de la propia red, para dar paso a una gran variedad de cursos que abarcan todas las especialidades médicas. A pesar de estar en fase inicial y no suficientemente desarrollados, se pueden encontrar ejemplos prácticos, como los cursos del Instituto Nacional de la Salud norteamericano, basados en las conferencias de consenso desarrollados por este Instituto (fig. 5), el curso de enfermedades infecciosas por Internet de la sociedad catalana de medicina de familia (http.//www.scmfic.org/curso.htm) o los que forman parte de la oferta de formación de la compañía privada Medscape (http://www.medscape.com/).

Sistema de información sanitaria
Aparte de las incontestables ventajas que como medio de transmisión de información ofrece Internet, esta red, o más apropiadamente, las aplicaciones originadas en esta red como World Wide Web, se están conformando como el aglutinante de los diferentes tipos de información que el médico y el sistema sanitario utilizan en su práctica diaria.

La versión electrónica de la historia clínica constituirá el eje central de un sistema de información sanitaria general que estaría conformado por diferentes sistemas entrelazados, como los sistemas de información de administración sanitaria, gestión económica, saber médico y salud pública. Estos sistemas de información actualmente aislados entre sí e incluso dentro de su propia tipología, tienden forzosamente a confluir. Se están desarrollando diferentes estándares que posibilitan el intercambio de información entre los diferentes sistemas, siempre que éstos estén basados en aplicaciones informatizadas.

Internet y las tecnologías originadas en ella permiten que historias clínicas con interfaces basadas en www enlacen la información de la historia clínica y pruebas complementarias con información científica en forma de bases de datos bibliográficas, guías de práctica clínica, libros o revisiones presentes en Internet o creadas con el formato HTML. Estas fuentes de información, actualmente disponibles, permanecen separadas de tal forma que el médico debe acceder a ellas de una en una. Los estándares desarrollados en Internet permiten fundirlas de tal forma que la información se encuentre unificada y en el lugar y tiempo que se necesita.

Los documentos HTML creados a partir de diferentes aplicaciones o programas se mezclan en una única pantalla. Con un navegador Internet, de distribución gratuita, un usuario puede acceder, desde cualquier lugar y no sólo desde su institución, a una historia clínica en la que puede "navegar" por información textual, como la introducida durante la anamnesis o el informe de un especialista, gráfica como un ECG o una radiografía de tórax, y enlazar todo ello con la bibliografía más relevante y actual sobre el diagnóstico que consta en dicha historia. Aunque limitados al ámbito hospitalario y en fase preliminar, constituyen el camino por donde discurrirán los futuros sistemas de información clínica. Un ejemplo demostrativo de este tipo de sistemas de información clínica es el WebCIS, desarrollado por el New York Presbyterian Hospital (http://webcis.cpmc.columbia.edu/).

Telemedicina
Si consideramos la telemedicina en su sentido amplio como la utilización de técnicas de telecomunicaciones en la asistencia sanitaria, observamos que Internet, como red de comunicaciones, ofrece una amplia base para su desarrollo. Sin embargo, ésta se suele considerar de forma más restrictiva, como la práctica de la asistencia médica mediante la utilización de comunicaciones interactivas audiovisuales y de datos, donde la asistencia médica abarcaría tanto el diagnóstico como el tratamiento,

Cuando se pretende vender las excelencias de la telemedicina, o incluso en experiencias piloto, se olvida que las características de Internet actual no lo hacen adecuado para el tráfico de información de gran volumen, o que no permite demoras durante el proceso de transmisión. Las experiencias de videoconferencia, telefonía a través de Internet, transmisión de imágenes, conexión interactiva o continua a otros sistemas, etc., aunque espectaculares, suelen ser poco operativas, y no ofrecen en la actualidad una calidad adecuada. En cambio, Internet es un medio muy útil para el transporte de correo electrónico, transferencia de archivos, acceso a bases de datos remotas, etc. La transferencia de datos médicos de centros pequeños, distantes entre sí y con escasa infraestructura, a un bajo coste de uso y mantenimiento, son propiedades que Internet ofrece y que en nuestro entorno son más prioritarias que otras sofisticadas propiedades de las redes. Éstas serían fundamentales en ámbitos específicos, geográficamente aislados o lejanos de un centro especializado. Con excepciones, esto no suele suceder en la atención primaria de países desarrollados, como el nuestro. La información que compartimos y a la que necesitamos acceder en atención primaria es preferentemente textual. Para un médico de atención primaria es mas útil poder disponer en su ordenador de los resultados de una prueba de laboratorio en un período razonable de tiempo y sin necesidad de ser introducidos a mano desde el papel, que poder acceder en línea a la base de datos del laboratorio de referencia. Es más necesario que un informe de interconsulta se traslade desde el lugar desde donde se emite al destinatario, sin necesidad de tediosos escritos intermedios, que transmitir un electrocardiograma o una radiografía para su interpretación en línea por el especialista correspondiente. Poder consultar fuentes de información científica prácticas y contrastadas sin restricciones, es más decisivo que acceder a bases de datos exhaustivas orientadas a la investigación, etc.

Internet y el correo electrónico proporcionan la infraestructura necesaria y a un coste asumible para dar sostén a este tipo de telemedicina, en la que también se podría incluir la transmisión de imágenes fijas obtenidas con cámaras digitales, de especial utilidad en enfermedades como las dermatológicas que se apoyan en un diagnóstico visual.

 

Bibliografía recomendada
Anthes DL, Berry R, Lannig A. Internet resources for family physicians. Can Fam Physician 1997; 43: 1.104-1.113.

Argimon Pallás JM, Jimémez Villa J. Internet en Atención Primaria. En: Biblioteca básica DUPONT PHARMA para el Médico de Atención Primaria. Barcelona: Doyma, 1998.

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Glossbrenner A, Glossbrenner E. Search Engines for the World Wide Web. Bekeley: Peachpit Press, 1999.

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Hersh WR, Gorman PN, Sacherek L. Applicability and quality of Information for answering clinical questions on the web. JAMA 1998; 280: 1.307-1.308.

McDonald CJ, Overhage JM, Dexter PR, Blevins L, Meeks-Johnson J, Suico JG et al. Canopy Computing. JAMA 1998; 280 (15): 1.325-1.329.

Pareras LG. Internet y medicina. Barcelona: Masson, 1996.


Anexo. Glosario básico de Internet

Red. Una red es un conjunto de ordenadores, conectados entre sí, que pueden comunicarse compartiendo datos y recursos. La conexión entre ordenadores se realiza a través de líneas telefónicas, cables, ondas o incluso satélites, dependiendo de la extensión de la red. Un conjunto de redes puede conectarse entre sí dando origen a una red mayor.

Protocolo de comunicación. Lenguaje común de comunicación que permite que cada ordenador pueda conectarse con otro, independientemente del tipo de ordenador que sea y del sistema operativo que emplee. El protocolo utilizado en Internet es conocido como familia de protocolos TCP/IP (Transmission Control Protocol/Internet Protocol). Este lenguaje de comunicación agrupa los datos en paquetes y les asigna la dirección de un ordenador en la red. Los paquetes de datos viajan por la red hasta encontrar su dirección de destino. Si surge algún problema, retornan al ordenador que los ha enviado.

Arquitectura cliente-servidor. En informática es el sistema de funcionamiento que emplean las redes de ordenadores como Internet para establecer la comunicación directa entre ellos. Una aplicación, denominada cliente, solicita a otra aplicación, llamada servidor, el envío de información. Una vez recibida, esta información se interpreta y representa en la aplicación cliente de forma específica, de tal forma que se puede visualizar de forma completa.

Dominio o nombre de dominio. Un ordenador conectado a la red tiene una dirección única que lo identifica y distingue de cualquier otro ordenador. Esta dirección se expresa de forma numérica o mediante un nombre conocido en la jerga de Internet como nombre de dominio. El dominio es una dirección separada por puntos con, al menos, dos partes: la primera es más concreta y designa la institución, compañía u organización donde se encuentra ubicado el ordenador; la segunda define el país o, en el caso de los Estados Unidos, el sector al que pertenece la entidad. Por ejemplo, la dirección area10-ui.rediris.es indica que corresponde a un ordenador situado en la unidad de investigación del área 10 de atención primaria, perteneciente la REDIRIS, en España.

Sistema operativo. Es el programa básico y principal de cualquier ordenador. Se arranca cada vez que se enciende el ordenador y carga los ficheros necesarios para el funcionamiento de todos los programas y periféricos instalados. Los sistemas más usuales son: Ms-Dos, Linux, Mac Os, Windows 95 y Windows 98.

Host o servidor. Cualquier ordenador conectado directamente a Internet y que proporciona servicios o información a otros ordenadores conectados a la red. En la arquitectura cliente-servidor, predominante en Internet, se denomina servidor al ordenador que sirve la información, y cliente al que la recibe. El programa cliente se encarga de gestionar la comunicación con el servidor, solicitarle un servicio y recibir los datos enviados por aquél. Una vez recibidos, los presenta al ususario mediante una interfaz, en el formato adecuado con las herramientas y comandos necesarios, para su utilización de una manera sencilla.

Intranet. Una red de ordenadores de carácter privado, que utiliza programas y protocolos de Internet, tanto en la comunicación entre ordenadores como en la forma de presentar la información a los usuarios.

Extranet. Red privada virtual, que utiliza Internet como medio de transporte de información, entre los nodos de esta red. Para unir las redes de una organización situadas en distintas ciudades se utilizan líneas exclusivas o conexiones punto a punto de gran coste. Frente a otras opciones de conexión entre ordenadores o redes, que deben elegir entre la seguridad en la comunicación o el coste, las extranets se ofrecen como una alternativa ventajosa, ya que con una extranet sólo se requiere que cada sede tenga un enlace local, a un proveedor de acceso a Internet. Una vez en Internet, los datos serán transmitidos hacia la sede de destino.

Interfaz o interface. Sistema que actúa como intermediario entre el usuario y el programa de ordenador o recurso Internet, y que facilita la interacción entre ambos.

Recursos y servicios Internet. De forma general, se llama recursos a los documentos, archivos, programas y cualquier otro tipo de fuente de información almacenada en formato digital, que proporcionan los servidores en Internet.

Como servicio en Internet se denomina al conjunto de programas y utilidades (World Wide Web, ftp, correo electrónico, etc.) usadas para acceder a estos recursos. Dependiendo del tipo de recurso que se quiera obtener se puede utilizar un servicio o aplicación distintos.

Bookmark. Conjunto de direcciones Internet que el usuario guarda para volver a visitarlas, sin necesidad de recordar la dirección o URL específica. En el navegador de Microsoft se conoce como lista de favoritos

Chat. Servicio de Internet que permite comunicarse por escrito en tiempo real con varios usuarios. Se establece así una conversación interactiva entre varias personas a través del ordenador.

CU-SeeMe. Aplicación de videoconferencia a través de Internet creada por la Cornell University.

JPG o JPEG. Formato de archivo gráfico que comprime las imágenes haciéndolas más pequeñas y facilitando su transporte a través de las redes.

Dirección correo electrónico. Para poder enviar y recibir mensajes de correo electrónico se necesita una dirección. La dirección de correo está dividida en varias partes separadas por puntos: la primera identifica al usuario; la segunda separada de la anterior por el símbolo @ (arroba), identifica al servidor. Finalmente, y separado por un punto, aparece un sufijo que define el país o el tipo de institución que aloja al servidor. Por ejemplo, csgreco@area10.es corresponde a la dirección de correo electrónico del Centro de Salud El Greco, en el servidor del área 10 del INSALUD en España.

Navegador o Browser. Para poder visualizar la información ofrecida por el servicio WWW, el ordenador cliente necesita programas denominados navegadores o browsers, de los cuales los más difundidos son Netscape y Explorer. Sería, por tanto, un programa cliente que permite visualizar cualquier fichero de texto que haya sido creado con lenguaje HTML. Con un navegador se puede acceder, además, a otros servicios Internet, como ftp, telnet, desde una misma plataforma y sin necesidad de utilizar programas específicos. Además de los formatos de texto, los navegadores WWW permiten visualizar otros tipos de ficheros, como imágenes multimedia (audio, vídeo), bien directamente o a través de programas asociados.

Página Web. Los documentos WWW son también llamados páginas Web. Además de por la capacidad de hipertexto y enlaces con otros documentos, se caracterizan por la posibilidad de presentar información multimedia, o lo que es lo mismo texto, imágenes, secuencias de vídeo, sonido, etc.

HTML. El World Wide Web tiene su propio lenguaje de programación llamado HTML o HyperText Markup Language. Este lenguaje permite especificar, además de la información que contiene un documento, el modo como debe representarse en la pantalla del ordenador dicha información.

Sitio o sede. Empleado como traducción del termino inglés site, empleado comúnmente para referirse a cualquier dirección que aporte información o documentos en la red.

URL. Para obtener información en un navegador se debe escribir la dirección o el denominado localizador uniforme de recursos (URL, según sus siglas en inglés), que es un formato normalizado para dar direcciones a todos los elementos que configuran la red. Una dirección contiene varias partes: el protocolo o servicio que utilizamos (http para paginas web, ftp para transferencia de ficheros, etc.), el nombre del ordenador que sirve el recurso, la ruta o camino hacia el documento y el nombre de éste. Por ejemplo, la dirección http.//www.area10-ui.rediris.es/centros/default.html indica que utilizamos un servicio basado en hipertexto WWW, situado en la unidad de investigación del área 10 de atención primaria, que el documento se encuentra situado en el directorio centros y se llama default y es del tipo html.

En la red hay también otra clase de archivos más allá de los puramente textuales, como son imágenes, ficheros de programas informáticos o documentos multimedia que se pueden localizar con la ayuda de herramientas específicas.