|
Algoritmo de la Vía
Aérea difícil de la ASA
La intubación difícil se define como una visualización inadecuada de la glotis, e intubación endotraqueal fallida, es decir, incapacidad para colocar el TE entre las cuerdas vocales dentro del canal traqueal (1). El predecir una intubación difícil no es una labor fácil. Las actuales evaluaciones de Mallampati, distancia mentón-escotadura tirodea y la extensión de la cabeza, todas ellas tienen falsas positivas y negativas. Sin embargo, si se usan conjuntamente estas tres, la predicción de intubación difícil será mucho más sensible y fácil de reconocer (2).
En caso de intubación fallida lo más importante es la oxigenación continua del paciente, y su monitorización mínima (ECG, FC, PA, saturometría). Nunca debe permitirse que, durante los intentos de intubación, el paciente sufra hipoxia.
Si el paciente se encuentra ventilando espontáneamente, abrá suficiente tiempo para planificar otro método para facilitar la intubación. Esta es una razón por la cual un buen número de anestesiólogos prefieren intubar a sus pacientes con sedación y anestesia tópica mínimas, sin relajante muscular, cuando la urgencia se encuentra fuera de la sala de quirófanos.
El conocimiento del algoritmo de la intubación difícil de la ASA es muy útil en estas situaciones. Esta da a los médicos un lineamiento de cómo manejar las situaciones en las que se presenten dificultades para la intubación endotraqueal y/o incapacidad para la correcta ventilación de ambos pulmones.
José Ramón Aguilar